Evolución de las pantallas de Samsung hasta la llegada del Samsung Galaxy S6 Edge
Probablemente ya no te acuerdes, o incluso no las hayas conocido, pero las pantallas de los teléfonos móviles no siempre han sido como son ahora: con tamaños que rondan las 5 pulgadas, colores vivos, nítidos y brillantes donde es posible reproducir en ellas cualquier contenido multimedia. Efectivamente, las pantallas tienen un pasado, como lo demuestra este breve recorrido por la historia de los displays de algunos de los dispositivos de Samsung hasta la llegada del más sofisticado de todos, el Samsung Galaxy S6 Edge.
Monocromo
Nuestro repaso comienza en 1988, año en el que salía al mercado el SH-100, el primer terminal analógico de la compañía que incorporaba una pantalla monocromo de dos líneas. Con el paso de los años ese modelo evolucionó al SH-770, que salió a la venta en 1994, y se caracterizaba por ofrecer tres líneas, una de las cuales estaba dedicada a los iconos, números y menús. Los nuevos modelos que siguieron a este en 1998, el SCH-800, y en 2000, el SCH-A2000, coincidieron con la época en la que los teléfonos móviles se hacían cada vez más pequeños y surgieron los modelos tipo concha, como lo eran esos dos dispositivos. En el primero su pantalla ya permitía leer y escribir SMS con sus 5 líneas, mientras que el segundo incorporaba una pantalla exterior de 3 líneas e interior de 5.
Y llegó el color
Pero el gran paso de gigante en esta época se produjo en 2002, año en el que empezaron a llegar al mercado los primeros modelos con pantalla interna en color como el SCH-X430 y el SCH-V300. La externa, por supuesto, seguía siendo monocromo y de tres líneas. El color trajo consigo la integración de pantallas TFT-LCD de alta resolución y comenzaron a medirse en pulgadas. De hecho, la del SCH-V300 era de 2,04 e incluía servicios VOD. El máximo exponente de Samsung de este tipo de terminales llegó en 2005 con el modelo SCH-B250, cuya pantalla principal TFT-LCD contenía 262.000 colores y permitía la televisión en streaming, y por primera vez la pantalla externa era QVGA de 320×240 píxeles.
AMOLED
Pero fue en el año 2009 donde Samsung cambió su concepto de teléfono. Se abandonó el formato concha, y consecuentemente la pantalla externa, y comenzaron los formatos que han triunfado en la actualidad. El primero de ellos fue el modelo SCH-W850, con una pantalla de 3,5 pulgadas con tecnología AMOLED del fabricante de 800×480 píxeles. Además, se caracterizó por ser el primer terminal de la compañía con pantalla táctil.
La llegada de los Samsung Galaxy, un punto de inflexión
Sin embargo, la verdadera revolución en este campo llegó con su primer Galaxy, que montaba una pantalla de 4 pulgadas donde ya se podía reproducir sin problemas vídeos e imágenes con fluidez. Dos años más tarde llegaba a las tiendas la evolución de este terminal, el Galaxy SIII, con 4,8 pulgadas de pantalla SuperAMOLED, con el que la compañía entraba en el mundo de la alta definición con resoluciones de 1.280 x 720 píxeles. Su sucesor, el Galaxy S4, lanzado en 2013, ya integraba una pantalla de 5 pulgadas Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) con una respuesta más rápida y un contraste mejorado. Finalmente, el año pasado se produjo el desembarco de las pantallas Quad HD con el Galaxy Note 4, que ofrecía una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles en 5.7 pulgadas; la cual se vio optimizada con el Galaxy Note Edge, sus 5,6 pulgadas y, sobre todo, su innovadora pantalla curva en un lateral Quad HD Super AMOLED.
Galaxy S6 Edge
Y así llegamos al recientemente presentado Galaxy S6 Edge, que tiene la particularidad de incorporar una pantalla de 5.1 pulgadas Quad HD (2.560 x 1.440 píxeles) Super AMOLED curva a los dos lados y con un cuerpo de cristal resistente Gorilla Glass 4, lo que ofrece una experiencia de visionado envolvente. Además, cuando se coloca el móvil boca abajo y llega algún mensaje, el terminal lo notifica con una luz de distintos colores en los laterales del dispositivo.
Fuente: SamsungTomorrow