El artículo publicado por The Guardian tiene su razón de ser en la situación en la que se encuentra Apple en estos momentos y sobre todo, la coyuntura que le ha llevado a plantearse e incluso, llevar a cabo cambios estratégicos impensables hace algo más de un año: un iPad en la gama de las siete pulgadas o la futura aparición de un iPhone económico.
La historia contada por Jean-Louis Gassée comienza con una reunión de “peces gordos” que no tiene por objetivo tratar el tema de la disminución de los márgenes de beneficio de Apple, algo que formaba parte de la estrategia de la compañía cuando lanzó un iPad más pequeño a menor precio y sometió al iPhone 4/4S a una fuerte promoción tras la aparición del iPhone 5.
La finalidad de este “meeting”, siempre según Gassée, es determinar aquellas acciones necesarias para que Apple consiga buenos números en los próximos trimestres y sobre todo, según palabras de este periodista, acordar qué hacer con la “obscena” cantidad de dinero en efectivo acumulada por la compañía de la manzana. La conclusión, Apple necesita hacer algo muy grande.
Comprar Intel
Frank Quattrone, uno de los invitados a la reunión y banquero exitoso, propone algo muy sencillo: comprar Intel. Pero no los procesadores como los que se utilizan para el Mac desde 2005, sino la compañía entera. Esta podría ser una manera de hacer historia y además, abandonar para siempre su “tóxica” relación de Samsung. Para este sujeto, Intel tiene la capacidad, la tecnología y el potencial humano para satisfacer las necesidades de Apple en los próximos años. Ahora bien, Intel no ha entrado en la guerra de los SoC basados en la arquitectura ARM y unirse a esta causa podría afectar a sus márgenes de beneficio y por tanto, a su cotización en bolsa. Pero… si fuera el único fabricante de procesadores de Apple, probablemente, no habría ningún problema.
Este periodista, Jean-Louis Gassée, analiza por otro lado la situación de Intel. Una multinacional que, a pesar de que el mercado de los ordenadores de sobremesa sigue cayendo, no entra en el segmento de la movilidad (dominado por ARM) y se dedica a hacer inversiones que considera “desconcertantes”, como la compra de McAfee. Además, según su opinión, hay un vacío en el liderazgo de Intel desde la dimisión, hace unos seis meses, de Paul Otellini. Sin embargo, por otro lado, es una empresa “asequible”, además de rentable y capaz de generar dinero en efectivo, y esto a pesar de los gastos generados por su constante necesidad de construir nuevas plantas para la fabricación de componentes.
¿Posible?
Evidentemente, un tipo de acción de este tipo no estaría exenta de obstáculos de todo tipo, desde legales a culturales, amén de una gran cantidad de trabajo para limar asperezas y sabiendo que, como regla general, la fusión de dos grandes empresas en este sector, no suele tener éxito. De esta manera, Apple podría utilizar su dinero en efectivo para hacer un movimiento espectacular en vez de repartirlo entre los accionistas o recomprar su propias acciones, maniobras clásicas que muchos consideran una especie de derrota. Sin embargo, también hay que mirarlo desde la perspectiva de Jean-Louis Gassée, quien dice que “deberíamos estar contentos con la ejecutiva de Apple que no sucumben a la fiebre de las transacciones” y al ego del engrandecimiento.
Por último, este periodista hace una referencia a un tema que ya hemos comentado en Móvil Zona en algunas ocasiones: el complicado sistema financiero de Apple. La conclusión a la que llega es que si la compañía de la manzana quisiera invertir una importante cantidad de dinero en la compra de una empresa como Intel, tendría que pedir dinero prestado. La razón no es otra que el complicado juego financiero que hace que Apple tenga cerca de 100 mil millones de dinero en efectivo en el extranjero, buscando las lagunas de las legislaciones de otros países, que le permiten que sus ganancias fuera de Estados Unidos, paguen muy pocos impuestos.