La presentación mundial de Windows Phone 8 tiene que ser el elemento clave que impulse el sistema de Microsoft. Los analistas coinciden en señalar que esta versión es más competitiva que Windows Phone 7.5 y que será la encargada de subir la cuota de mercado cuando se lance este otoño. Pero también están de acuerdo en que el hecho de no poder implementarse en los actuales terminales con WP 7.5 será un lastre para las ventas.
Desde que conocimos la existencia de Windows Phone 8 y su llegada al mercado en otoño, todo nos ha parecido maravilloso excepto una cosa: que no se pueda implementar en los actuales terminales Nokia Lumia que se están comercializando con Windows Phone 7.5. La pregunta es evidente, ¿te comprarías un Nokia Lumia 900 ahora cuando sabes que dentro de cuatro meses más o menos se lanzará Windows Phone 8 en otro equipo y tú no podrás implementar la nueva plataforma en el tuyo? La respuesta es bastante evidente, yo personalmente, esperaría a ver los nuevos equipos con Windows Phone 8.
Windows Phone 7 (en sus diferentes versiones) tiene la desventaja de privar a los usuarios de prestaciones y funcionalidades innovadoras que se están convirtiendo en necesarias, sobre todo cuando hablamos de usuarios avanzados. Precisamente esto es lo que hizo que algunos fabricantes se apartaran del sistema operativo de Microsoft. Sin embargo, la llegada de la nueva plataforma, en su versión 8, podría cambiar las reglas del juego, y muchos fabricantes y desarrolladores ya han comentado que esperarán a actuar cuando WP 8 esté listo.
Cómo será el futuro de WP 8
La llegada de WP 8 es muy atractiva para la mayoría de fabricantes, incluidos HTC, Samsung y LG, y operadores que prefieren jugar con tres barajas en vez de dos (Android e iOS). Otras multinacionales como Huawei y ZTE han comentado que colaborarán con Microsoft cuando Windows Phone 8 esté listo. Ninguno de ellos va a dar un paso en falso porque entienden que las prestaciones de la nueva plataforma van a poner al día el sistema que, lamentablemente, no pasará por la actualización de WP 7.5 que solo recibirá una actualización menor en forma de WP 7.8 (y encima, después de que se lance WP 8). La nueva plataforma brillará con luz propia solo cuando existan dispositivos que la soporten y le saquen todo su jugo.
La fuerza de Windows 8 (ya en ordenadores, ya en dispositivos móviles) radica en la posibilidad de implementar pantallas de mayor calidad (HD), funciones como el reconocimiento de voz y la multifuncionalidad, y sobre todo, la entrada con fuerza en el segmento de los negocios (principalmente tabletas) que puede poner en compromiso tanto a RIM como a Android. Pero antes de que llegue este momento, Nokia lo va a tener muy negro porque ¿quién se va a comprar un Windows Phone 7.5 cuando no se puede actualizar a WP 8 y cuando veremos en breve nuevos equipos? Las ventas de smartphones de Nokia pueden ser mucho peores antes de que se presente su mejor oportunidad de negocio durante este otoño con la llegada de Windows Phone 8.