Una de las novedades que más ha centrado la atención del MWC, con el permiso del Nokia 808 PureView, es el Samsung Galaxy Beam con su picoproyector integrado capaz de proyectar imágenes de hasta 50 pulgadas. No es la primera vez que la multinacional coreana intenta algo parecido pero en la ocasión anterior el peso y las dimensiones se convirtieron en un lastre desde el punto de vista estético y comercial.
Samsung ha conseguido que el Galaxy Beam, con sistema operativo Android, a pesar de incorporar un proyector, no supere los 12,5 milímetros de grosor y tenga un peso de 145,3 gramos. Con estos datos hay que decir que el Beam se convierte en el proyector más delgado del mundo, capaz de proyectar vídeos, imágenes y documentos como presentaciones de PowerPoint hasta un tamaño de 50 pulgadas en nHD (640 por 360 píxeles) y 50 lumen, unidad que equivale al flujo luminoso emitido, en este caso por el proyector del Galaxy Beam. Lo único que se necesita es una superficie plana y vacía.
La luminosidad
Como dato curioso, decir que Samsung tomó la decisión inicial de fabricar solo 500 unidades de este dispositivo, para probarlas bien antes de comenzar la producción en masa. Ya hemos dicho que no es el primer intento de introducir un proyector en un terminal y los dos modelos anteriores a este estaban dirigidos a un segmento muy concreto, el de los negocios. Con el nuevo Galaxy Beam, Samsung espera un público mucho más amplio porque, además del proyector, no hay que olvidar que es un Android Gingerbread, con pantalla de 4 pulgadas y 800 por 400 píxeles de resolución, con un procesador dual a 1 GHz, con cámara principal de 5 MP y frontal de 1,3 MP, y con una memoria interna de 8 GB.
Sin embargo, Samsung no abandona la idea de que el mundo de los negocios y SOHO (Small Office Home Office) son los que mejor provecho pueden sacar al Galaxy Beam. Esta es la razón por la que en el dispositivo puede encontrar MS Word, PowerPoint, Excel y función de visualización de archivos para montar una presentación en cualquier momento y lugar.
La movilidad
La clave está en el grosor y en el peso. OkJo Shin, ingeniero y desarrollador de hardware de Samsung, comenta que tuvieron que reducir el tamaño del módulo del proyector para poder reducir el grosor del Galaxy Beam. De hecho, los esfuerzos para reducir el tamaño llegan al punto de no cubrir una parte de la batería por dentro para reducir el espesor. Los desarrolladores creen que han conseguido que el Beam sea tan delgado como un teléfono-proyector pueda serlo. Dicen haber hecho todo lo tecnológicamente posible para conseguirlo y que si se pensaban que podía ser 0,1 milímetros más fino, lo hubieran conseguido. Evidentemente, también aquí está implicada la batería, cuya reducción supondría una merma de su capacidad, pero este punto no fue tan sencillo porque se trataba de conseguir un terminal portátil sin perder autonomía.
Según Samsung, el Galaxy Beam cuenta con una batería de 2.000 mAh que le permite funcionar hasta 3 horas en modo proyector, acompañado de una memoria interna de 8 GB que debería ser suficiente para la mayoría de las situaciones.
Actualmente, Samsung está desarrollando también accesorios para el Galaxy Beam y ya hemos visto en alguna página un precio que nos puede servir como orientación. Así en Unlocked Mobiles, en Reino Unido, este terminal libre costaría unos 460 euros.