Desde hace unas semanas los proveedores de Apple están siendo auditados para comprobar cuáles son las condiciones laborales de sus trabajadores. Foxconn ha sido el primero y aunque el informe definitivo no saldrá a la luz hasta marzo, empiezan a aparecer las primeras voces que hablan de engaños para evitar el escándalo.
Tal vez, si no fuese porque la prensa se fijó especialmente en los casos de suicidio que acontecieron en Foxconn desde 2010 y en especial la reciente investigación llevada a cabo por el The New York Times, las condiciones laborales de sus trabajadores no estarían siendo investigadas. Por suerte, la difusión mundial de este tipo de noticias, que se han sucedido periódicamente desde entonces, puede que acabe con mayores sueldos y menos horas extra a la semana para acallar bocas. Sin embargo, las inspecciones llevadas a cabo podrían ser mero trámite, a juzgar por los rumores que se escuchan en la plantilla de Foxconn.
¿Engaño?
Las primeras declaraciones del presidente de la asociación por un trabajo justo fueron que las instalaciones de Foxconn eran de primera categoría. En definitiva, la primera impresión fue buena. Con el paso de los días, parece que la asociación encontró algunos puntos en los que los asiáticos deberían cambiar. No obstante, las inspecciones llevadas a cabo podrían no ser tan efectivas pues parece que Foxconn habría preparado la visita de los inspectores a conciencia. Según se extrae de los rumores generados por algunos de los empleados del proveedor chino, éste habría tratado de ocultar de los ojos de la Fair Labour Association a los trabajadores menores de edad, con entre 16 y 17 años. Si bien los adolescentes pueden trabajar si las leyes del país así lo indican, la empresa se tiene que regir por un código de conducta que limita algunos aspectos como el tipo de trabajo a realizar y el número de horas.
Distorsión de la realidad
Esta es la razón por la que Foxconn habría mandado a los menores de edad a otras secciones de la fábrica y así no ser vistos por la FLA. Además, esos días de la inspección las horas de trabajo se habrían reducido. Incluso algunos trabajadores han puntualizado que desde que las instalaciones son objeto de la auditoría, muchos de sus empleados disfrutan de hasta tres descansos, cuando lo habitual es tener solamente uno. ¿Pasarán por alto estas medidas excepcionales? ¿Registrará la asociación este tipo de medidas? ¿Quién es el responsable de ofrecer esta imagen que supuestamente que distorsiona con la realidad que se vive a diario? ¿Apple? ¿Foxconn? ¿Las dos compañías? Sea como fuere, la SACOM (Organización de Estudiantes y Académicos Contra la Mala Conducta Corporativa) ha indicado en más de una ocasión que los representantes de Apple que visitan las instalaciones son conscientes de la situación laboral, pero miran hacia otro lado.
Es en este punto en el que Debby Sze Wan Chan, la cabeza visible de SACOM, apunta a Tim Cook y duda de sus compromisos para proteger a los empleados de sus proveedores. Según Chan, recientemente se presentaron en la sede de los californianos para presentar un informe sobre la situación real de los trabajadores de Foxconn. Por lo visto el recepcionista les negó el paso y el equipo de seguridad entró en acción. Chan acordó que se irían si entregaban su informe a los directivos de Apple. Así sucedió, aunque pasados unos meses nos recuerda que no han tenido respuesta alguna.
Primeras “reformas”, ¿puro humo?
Tendremos que esperar al mes de marzo para que salgan a la luz los primeros informes de la Asociación por un trabajo justo. No obstante, se dice que Apple ya habría presionado para que Foxconn mejore los sueldos de los trabajadores que se encargan de ensamblar los iPhone y iPad un 25%. Recordamos que el salario mínimo estipulado es de 240 dólares. De forma paralela la compañía taiwanesa estaría estudiando un método para reducir el número de horas extra.