Es uno de los modelos más innovadores del año, además de un paso adelante en la estrategia de producto de la firma. El Motorola Razr, es uno de esos terminales que no pasa inadvertido. Un teléfono basado en Android, con fuertes prestaciones multimedia y una portabilidad única.
La gama RAZR de Motorola no es realmente nueva. Ya en noviembre de 2004 se presentó el modelo RAZR V3, con 1,4 cm de grosor con un diseño de tipo “clamshell” (concha) que causó furor gracias a su estilizado diseño, fino como una cuchilla. Siete años después, vuelve la gama RAZR en su versión Smartphone, pero repitiendo estrategia en lo que a diseño y posicionamiento se refiere. Un diseño cuidado y espectacular, con un posicionamiento en el segmento medio-alto / alto de terminales.
Lo penúltimo en tecnología
El esmero que Motorola ha puesto en conseguir que el RAZR sea un terminal de referencia se deja ver tanto en el exterior como en las especificaciones del interior. La carcasa de Kevlar con 0,7 cm de grosor y pantalla recubierta de cristal Gorilla Glass ofrecen una resistencia y rigidez por encima de la media al tiempo que confieren al terminal un grado de impermeabilización que, sin llegar al extremo de la gama Defy también de Motorola, sí permiten usarlo bajo la lluvia, o sin temor a “ahogarlo” en situaciones donde estemos expuestos a salpicaduras. No está preparado para recibir golpes serios, pero sí para resistir los envites cotidianos, aunque esta mayor rigidez y resistencia se consiguen a costa de sacrificar el acceso a la batería interna o a costa de presentar un ancho y largo similar al de otros teléfonos como el Samsung Galaxy Nexus, con una pantalla este último, de 4,65’’ de diagonal frente a las 4,3’’ del RAZR. Las ranuras para la tarjeta microSD y la tarjeta micro SIM están en uno de los laterales ya que el grosor del equipo y la imposibilidad de cambiar la batería obligan a poner la microSIM en un lateral.
Otras conexiones disponibles son las de tipo micro USB y micro HDMI, integradas en la parte superior del terminal, aprovechando que la carcasa se enchancha un poco en esa zona para alojar la electrónica de la cámara de 8 MPx junto con el LED que hace las veces de flash. La cámara además de las fotos de hasta 8 MPx, permite realizar grabaciones de vídeo de hasta 1.080p a 30 fps. La cámara secundaria (frontal) es de 1,3 Mpx de resolución. Si se amplían al 100% se aprecian los artefactos de compresión de imagen propios de formato JPEG y un sensor de reducidas dimensiones, pero para el uso habitual a la hora de imprimir fotos a 10 x 15, usos en pantalla o para compartir en Internet o en redes sociales es más que suficiente.
La tasa de bits de vídeo está bien, con unos 13 – 14 Mbps, que está por encima de otros modelos recientes con 7 u 8 Mbps. Se trata de vídeo FullHD a 1.080p, que para ver en la tele de casa o en pantalla es más que suficiente. La cámara dispone de diferentes modos de escena y filtros, donde destaca el de creación de imágenes panorámicas. Tanto fotos como vídeos se ven muy bien en la pantalla Súper AMOLED, aunque al tratarse de una matriz de tipo Pentile (RGBG) la nitidez no es tan buena en última instancia como en una pantalla con matriz RGB. Y además, en algunos casos se pueden producir variaciones de color importantes sobre lo esperado, como en el dibujado de patrones geométricos donde las líneas negras pueden convertirse en verdes por arte del reparto de píxeles tan particular que se tiene en la matriz Pentile. De todos modos, la interfaz del terminal apuesta por un tipo de fuente suficientemente dimensionada como para que la experiencia de uso sea correcta.
El procesador Texas Instruments de doble núcleo cumple con su cometido a la hora de procesar los contenidos multimedia, las aplicaciones y la interfaz, que se mueven con agilidad. No es que la plataforma Android destaque especialmente por el apartado lúdico, pero si quieres jugar, podrás hacerlo sin problemas en este terminal sin que se te quede corto en cuanto a rendimiento gráfico. La RAM de 1 GB es otro punto a favor, que hace que en conjunto sea un móvil sin tacha en cuanto al rendimiento. Los resultados de los benchmarks habituales (Sunspider Java Benchmark 0.9.1, V8 benchmark v6, Vellamo, Quadrant, Antutu o Linpack lo posicionan entre la élite de los dispositivos Android, cerca incluso de los tablets. EL novísimo Samsung Galaxy Nexus está un punto por encima, pero no a demasiada distancia. Sea como fuere, el comportamiento del terminal es ágil en todo momento, con una respuesta rápida donde la mayor limitación será la de la velocidad de la red de comunicaciones cuando una aplicación trate de acceder a la red y no estés en una zona de máxima cobertura.
La batería de 1.750 mAh no está accesible por parte del usuario, de modo que no podrás cambiarla por otra si se agota. Y lo más probable, a poco que uses el terminal de forma cotidiana, es que la batería te dure un día entero. No es tan critica la situación como con el terminal Galaxy Nexus, o ni tan siquiera como en el caso del Galaxy S2, sobre todo gracias al software de gestión de la energía integrado con el sistema que entra a funcionar de un modo transparente para el usuario, ralentizando operaciones en segundo plano o desactivando comunicaciones, pero de un modo poco intrusivo que no supone una merma notable de funcionalidad de cara al usuario. El resultado de la prueba Antutu Tester es realmente bueno, por encima del Galaxy Nexus aunque por debajo del Sony Xperia Ray, por ejemplo.
Conectividad
El RAZR es un terminal bien conectado con el mundo que le rodea. Carece de NFC, y la velocidad máxima que puede alcanzar en descargas es de 14,4 Mbps, pero para la mayoría de los usos actuales no son carencias esenciales. Sí lo son para usuarios entusiastas o “early adopters” que busquen específicamente estas características, aunque para el resto, a pesar de que NFC está en el camino de una adopción generalizada, no es una ausencia de peso para no decantarse por este terminal. Sí cuenta con tecnología GLONASS, por ejemplo, que permite obtener datos de geoposicionamiento a partir de la red de satélites rusos además de la red GPS estadounidense. Cuenta también con Bluetooth 4.0, y compatibilidad con dispositivos LE (Low Energy). Y en cuanto a WiFi, utiliza la tecnología 802.11 b/g/n. No integra radio FM, pero sí radio por Internet en la aplicación de Motorola específica para audio.
Además, en el campo multimedia, Este dispositivo cuenta con el servicio MotoCast de Motorola. Un valor añadido muy interesante que permite conectarse desde el móvil a nuestros contenidos multimedia en el ordenador de sobremesa. De este modo, se extiende la compatibilidad con formatos de vídeo que de otro modo no podríamos reproducir localmente en el móvil. Se trata de tecnología streaming, la última moda/tendencia en el campo de la movilidad que también se aprovecha en la aplicación de Motorola para la música, donde uno de los apartados, además de MotoCast (www.mymotocast.com), es la radio por Internet. También existe otro servicio similar denominado Zumocast (www.zumocast.com), aunque en principio la compatibilidad para móviles no contempla el modelo. Existe un fichero .apk disponible que funciona bien con el RAZR, pero oficialmente es un modelo que no está en la lista de terminales compatibles.
En cualquier caso, se trata de un valor añadido muy interesante por parte de Motorola dentro de su estrategia Motoblur. Con el modelo RAZR, a pesar de que su interfaz está profundamente influenciada por la tecnología Motoblur de Motorola, se echa de menos la compatibilidad con MyMOTOBLUR, que es la que realmente tiene más sustancia, como el servicio de geolocalización remota del terminal, el de borrado remoto o el de gestión de contactos.
En breve la segunda parte de este análisis.