Nuevo espaldarazo del tribunal alemán de Dusseldorf a favor de Apple. La justicia germana ha prohibido la venta del Samsung Galaxy Tab 10.1 en dicho país al dar validez a las pruebas presentadas por la compañía californiana. Estas acusaban directamente a Samsung de copiar el diseño del iPad.
La particular caza de brujas iniciada por Apple parece no tener fin. No hay día que no haya novedades en torno a un caso que empieza a tomar tintes oscuros. Los californianos atacan sin piedad las nuevas creaciones de Samsung con argumentos como la vulneración de la propiedad intelectual así como la supuesta copia de diseños de varios de sus dispositivos. Un tema que empieza a suponer un problema para Samsung, que se ve obligada a retirar de la venta dispositivos como el Samsung Galaxy Tab 10.1 allá donde Apple gana, de una forma u otra, los litigios presentados ante las máximas autoridades.
Caso polémico
Diferentes países de Europa, Australia, Japón… la persecución de Apple a los productos de Samsung se intensifica por momentos. En Alemania, un mercado clave en Europa, se están librando las batallas legales más duras. El hecho no es en vano, pues Apple sabe que las autoridades germanas podrían ser la clave para bloquear los dispositivos de Samsung en la Unión Europea. Los de Cupertino tienen derechos comunitarios sobre el diseño del iPad, por lo que buscarían que la sentencia dictada estos días en Alemania –la que prohíbe a Samsung Electronics GMBH (una filial de la coreana en Alemania) comercializar su tableta en territorio alemán- se extendiera a los Estados miembros de la Unión Europea.
Consecuencias directas
Dejando a un lado la valoración sobre el auto del juez, esta medida podría acabar perjudicando al usuario final, ya que se vería privado de la libertad para comprar la que hoy por hoy es una de las tabletas más completas del mercado. Lo cierto es que por prestaciones y experiencia de usuario se ha convertido en una de las pocas tabletas capaces de para plantar cara a la omnipresente iPad 2.
Sin duda, el impetuoso empeño de Apple por dejar en fuera de juego al Samsung Galaxy Tab 10.1 parece estar ganando las primeras embestidas aunque peor podría tornarse la situación para el fabricante coreano si otro de sus modelos estrella, el Samsung Galaxy S 2, fuera también apartado de Europa. En Holanda, única región europea donde de inicio no se prohibieron las actividades económicas de Samsung, empieza un juicio sobre si el smartphone de doble núcleo vulnera alguna patente de Apple. Según indican algunos medios, podría darse el caso de que Samsung estaría utilizando sin permiso alguna de las 10 patentes por las que Apple demandó a la compañía en el país de los tulipanes.
Ejercicio para recapacitar
Llegado a este punto y dadas las dimensiones del conflicto comercial, cabría la posibilidad de valorar hasta qué punto son beneficiosas las patentes ya que como estamos comprobando solo defienden los intereses económicos de las compañías. Por el contrario, es el usuario final el que sale perdiendo, al menos aparentemente en este caso. Es sabido por todos que la libre competencia entre las compañías se traduce en ventajas para el potencial cliente en forma de mejores productos y precios más bajos. Sin embargo Apple, con su política justiciera con la que alegan estar defendiendo sus intereses y trabajo, y las sentencias a favor están mermando la capacidad competitiva de Samsung y del mercado en general. ¿Hasta qué punto hay que tener en consideración las patentes? ¿Es motivo de penalización el hecho de fabricar un producto estéticamente parecido a otro? ¿Se está magnificando en sí la violación de patentes en el mercado de las tabletas? Desde luego, si aplicásemos el mismo concepto a otros mercados como el de, por ejemplo, los portátiles, monitores, televisores, electrodomésticos en general y un largo etcétera nos podríamos encontrar con idénticos casos en los que las compañías se acusarían entre sí de copiar el factor de forma, diseño, proporciones e incluso prestaciones.