Vodafone admite que sus redes, y las de los demás, están «pinchadas» por los Gobiernos

Vodafone admite que sus redes, y las de los demás, están «pinchadas» por los Gobiernos

David G. Bolaños

El diario británico The Guardian revela que Vodafone ha admitido la existencia de mecanismo secretos que permiten a las agencias secretas de los 29 países en los que opera, incluido España, escuchar las conversaciones que se efectúan dentro de sus redes.

La operadora británica ha dado un paso al frente y ha roto su silencio en torno al manido tema ya de la vigilancia de las redes por parte de las agencias de inteligencia de los diferentes países. Para ello publicará hoy un extenso documento, al que ha tenido acceso el diario británico, en el que es su primer «Law Enforcement Disclosure Report» este mismo viernes que en cerca de 40.000 palabras explica pormenorizadamente cómo los gobiernos monitorizan las conversaciones y los datos de los usuarios. Stephen Deadman, el responsable de seguridad y privacidad de Vodafone afirma contundentemente: «Esos canales existen, el acceso directo existe».

La compañía indica que hay cables físicamente conectados a su red, y a la de otros operadores, que permiten a las agencias escuchar y grabar conversaciones en directo y, en algunos casos, localizar a los usuarios. Los sectores más críticos ante el control de la NSA y el resto de agencias de inteligencia ya han comentado que estas revelaciones presentan el peor escenario que confirma sus más pesimistas suposiciones sobre la vigilancia gubernamental.

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Hasta en seis de los países en los que opera Vodafone, la empresa indica que están obligados por ley a instalar estas derivaciones de su red o permitir que el gobierno lo haga. El nombre de estas naciones no ha sido desvelado porque puede acarrear la encarcelación de los trabajadores de Vodafone en esos lugares.

Anualmente, todos los estados hacen públicos los datos de cuantas comunicaciones han interceptado de dos tipos, aquellos que se realizan a mensajes y por el contenido de las llamadas y los que permiten conocer la localización, la hora y la gente con quien se han conectado.Usando estos datos y lo que se ha publicado por Vodafone, se ofrece desde The Guardian es un resumen del total de interceptaciones que se han realizado por países.

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Los estos «pinchazos» gubernamentales de las redes de Vodafone, continúa el informe, son opacos para las operadoras que no saben ni la identidad ni el número de clientes real que han sido interceptados. Es por ello que la vigilancia masiva de la población es una posibilidad real sin necesidad de la que las agencias de inteligencia dejen rastro de ella ni tengan que dar cuenta a las operadoras de lo que están haciendo.

Lo curioso es que estos accesos directos suelen estar gestionados desde una habitación en el centro neurálgico de datos de la operadora o en algunos de los nodos locales de la misma. Es curioso que incluso, en ocasiones, son trabajadores de las mismas los que los controlan, pero con los más altos niveles de seguridad nacional. Tanto, que tienen prohibido, a veces bajo importantes penas de cárcel, comentar nada con otros trabajadores de lo que ocurre ahí dentro. Vodafone indica que trata de hacer que sus trabajadores cumplan sus códigos de conducta, entre los que está no hacer nada «ilegal», pero que en realidad poco o nada sabe de lo que pasa ahí dentro.

Sin embargo, a las agencias de seguridad tampoco les hacen falta estas salas ya que pueden interceptar el tráfico mientras viaja por la red sin mayores problemas, se indica en el informe.

Fuente: The Guardian

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