Si algo debemos agradecer a las nuevas plataformas móviles es que han revitalizado un viejo sector de los videojuegos que en los canales comerciales no tenían mucho futuro, como es el de los nuevos lanzamientos retro inspirados en las formas y usos técnicos de hace 25 años, cuando estaban en pleno apogeo las míticas consolas de 8 y 16 bits. O incluso más, de cuando las primeras recreativas y sistemas de entretenimiento doméstico de los 80.
Si hoy nos hemos puesto nostálgicos ha sido por culpa de un título que ha llegado hace escasas horas a iOS y Android. Se trata de Punch Club, un desarrollo que podría engañar de primeras por su apariencia, que mezcla gráficos de consolas de 16 bits con una puesta en escena típica de los microordenadores de los 80, pero que es mucho más profundo de lo habitual para un lanzamiento de este tipo. Así que en homenaje a este título, que viene rebotado de PC (Steam), hemos aprovechado para ofrecer una mano completa de juegos pixelados que debéis tener y probar en vuestros iPhone y Android.
Punch Club
Aunque no lo parezca, se trata de un completo RPG que gira alrededor de un hijo que quiere emular a su padre, un boxeador al que matan nada más empezar el juego. Tendremos que entrenar, trabajar, ir al gimnasio, ganar dinero y hacer amigos a lo largo de una enorme ciudad donde se suceden géneros como los beat-em’up, combates y rol, ya que podremos ir añadiendo habilidades y niveles a los enfrentamientos que vamos jugando dentro de la partida.
Por si esto fuera poco, encima Punch Club nos permite apuntarnos a ligas, campeonatos e ir mejorando nuestro rankiny disfruta de algunos momentos donde nos recuerda a esas recreativas como Combat School. Cuesta dinero pero a cambio, no nos dará la lata con micropagos cada vez que queremos comprar algo. Aquí hay que currárselo…
Pixel Dungeon
No estamos antes un juego de mazmorras y ya está, sino de un homenaje a aquellos primeros lanzamientos (Ranarama, Into the Eagles Nest, etc.) de microordenadores como los ZX Spectrum, Commodore 64, Amstrad CPC, etc., que nos permiten visitar una mazmorra enorme e ir recogiendo multitud de objeto mientras nos enfrentamos a cientos de enemigos.
Eso sí, este Pixel Dungeon va más allá e incorpora un importante elemento de rol, donde podremos equipar objetos, mejorar las armas, usar pociones y, antes de nada, escoger una clase para nuestro héroe: guerrero, mago, ladrón y cazadora. Una delicia que, si acaso, cuenta con un pequeño problema: cada vez que nos matan, vuelve a reiniciarse todo lo que llevamos.
RPG Clicker
Es uno de los juegos más básicos del mundo ya que solo hay que pulsar en la pantalla sobre los enemigos para atacarlos. Pero uno de sus puntos fuertes radica en todo el desarrollo rol que hay debajo y que nos permite mejorar el equipo, la magia o las armas invirtiendo billones de monedas que se van recogiendo con cada combate que ganamos. Aunque es gratis, si os picáis con él terminaréis pagando por la opción de ataque automático (0,99 euros).
Como os decimos, no tiene mucho más enjundia que la de ir atacando a los cientos de enemigos que aparecen en pantalla y eliminar a los Boss que hay con cada nuevo nivel que abrimos. Tiene un total de siete mundos con cinco fases en cada uno y un nivel final que es el portal donde nos espera el último de los peligros. Adictivo y muy básico.
A Ride into The Mountain
Se trata de un juego que está hecho con mucho gusto y que por momentos parece sacado de una recreativa de los 80. No solo por sus gráficos sino por su desarrollo, que es muy elemental: nos movemos con un caballo y manejamos a la heroína que va encima y que con su arco va abriéndose camino, disparando arriba, abajo o a los lados. Una idea muy elemental y que enmascara un matamarcianos de toda la vida, pero que funciona de maravilla y que nos permitirá pasar un rato recuperando viejas sensaciones.
The Firm
Visto lo ocurrido con la crisis financiera de 2007, desde luego que The Firm puede quedar como un simulador bastante real de cómo se tomaban las decisiones en los mercados de inversión. Con este juego os convertiréis en traders y vais a tener que decidir en cuestión de segundos si unas órdenes de compra o venta son buenas o malas para vuestra empresa. Si os equivocáis mucho, iréis a la cola del paro pero si tenéis un buen ojo para seleccionarlas a una velocidad de locos, entonces tenéis futuro dentro de la firma. Un juego muy entretenido pero, por momentos, estresante. Sobre todo cuando las órdenes de compra y venta se van amontonando en la pantalla y llegados a un punto si no las atendemos como merecen… ¡game over!