El HTC One S era presentado en el Mobile World Congress, donde la firma explicaba los detalles de su fabricación pues a su carcpasa de aluminio se le aplicaba un tratamiento especial que quintuplicaba su dureza. Sin embargo, apenas una semana después de su lanzamiento comercial empiezan a aparecer los primeros usuarios que reportan fallos y defectos en dicha carcasa.
Lo peor que le podía pasar a la taiwanesa HTC en un momento tan crítico dada su delicada situación en el mercado de los smarphones es que alguno de sus últimos modelos presentados empezase a dar problemas. Tal podría ser el caso del HTC One S puesto que desde hace días se han registrado quejas que indican que la carcasa del modelo empieza a resquebrajarse.
Son numerosos los terminales que son lanzados y posteriormente se registran fallos, tanto de hardware como de software. Sin embargo, los últimos se pueden solucionar mediante actualizaciones. En el primer caso, todo depende del grado de la “pifia” del fabricante. Sin embargo, el caso de HTC llama poderosamente la atención puesto que uno de esos supuestos fallos de fabricación afecta a una pieza que la propia marca había marcado como muy resistente.
Y es que ha pasado poco más de una semana desde que el HTC One S empezase a distribuirse en Europa y los usuarios ya empiezan a reportar fallos relacionados con la durabilidad de la carcasa del smartphone. Tal y como aparece en la foto, la parte superior del terminal presenta problemas en su superficie, como si se desprendiese parte de su superficie. El caso es cuanto menos sorprendente pues HTC quiso difundir el proceso de fabricación del modelo, especialmente el paso en el que trataban la carcasa de aluminio (que, por cierto, es del tipo que utilizan en aeronáutica) puesto que su resistencia sería superior que la del resto de terminales del mercado. Según podemos ver en vídeo, la pieza de aluminio se somete a un proceso de oxidación por micro arco. Este proceso no es más que someter al aluminio a descargas eléctricas de 10.000 voltios. El resultado es que la superficie del aluminio reacciona convirtiéndose en una especie de cerámica, en parte la que da el color y textura tan característicos del HTC One S. Además, con este método la dureza de la carcasa se incrementa hasta cinco veces más. Otra de las ventajas sería que la capa cerámica no sería un recubrimiento y, por tanto, más resistente a las caídas, por ejemplo.
A juzgar por los resultados, puede que a HTC le haya salido el tiro por la culata, al menos si el número de afectados sigue aumentando. La situación menos comprometida para los taiwaneses sería que se tratase de solamente un lote de terminales afectados por un fallo en su fabricación. Si el problema persiste y afecta a más partidas, a nivel “global”, la marca podría verse en serios apuros, máxime cuando su futuro en el mercado de los smartphones depende de la acogida de su nueva familia de dispositivos HTC One, entre los que se incluye nuestro protagonista, el HTC One S. A continuación os dejamos uno de los vídeos con los que HTC promocionó la fabricación de la carcasa y los pasos a los que era sometida.