Después de la primera prueba que pudimos realizar en Berlín, llega la hora de analizar el Motorola RAZR más en detalle en nuestra redacción, ya que somos de los pocos medios especializados que tenemos una unidad final aquí en España y por ello hoy os damos un pequeño avance con las primeras impresiones.
Antes que nada dejaros claro que a final de la semana que viene llegará una superprueba, en la línea de lo realizado con el Nokia Lumia 800 y el Huawei Ideos X5, que esperemos os guste. Cuando lo tienes en las manos con tranquilidad y lo miras de frente con calma, ya que el primer test lo realizamos con ciertas prisas, tiene un aspecto imponente. Limpio de formas, solo el logo de Motorola evita que todo el frontal quede al margen de cualquier cosa que no sea la amplia pantalla. La primera diferencia de esta unidad final del Motorola RAZR, además de los típicos ajustes de software, reside en que el terminal viene con su carcasa final, perfectamente rematada y sin las típicas etiquetas de “not for sale”, así como en la caja que recibirá el cliente. Digamos que es una unidad como la que nos encontramos en las tiendas. Eso vale para su software de Android 2.3 Gingerbread, del que se han escrito ríos de tinta y que tan buenos resultados a dado a Google. En cuanto a la actualización a Ice Cream Sandwich solo se sabe que la firma está en ello y que llegará no antes de inicios de 2012. A modo de curiosidad comentar que el Motorola RAZR se presento prácticamente a la vez que el Samsung Galaxy Nexus, el primer modelo con Ice Cream Sandwich.
Tremendo
Hacía tiempo que no teníamos en las manos un móvil tan atrevido como el Razr. De hecho, no podía ser de otra manera. Su antecesor, la génesis de la saga Razr fue toda una revolución y se puede decir que comercialmente puso contra las cuerdas a sus rivales más aguerridos en la gama alta. Por los albores de 2004, sin conexión 3G pero con un diseño nunca visto, permitió a la firma tener con un solo modelo cuotas de mercado en España por encima del 20%. Dicho esto está claro que el apellido Razr es todo un tótem dentro de la firma americana. Con estas mimbres históricas y gran presión la gente de Sanjay Jha, CEO de la firma, se puso manos a la obra y ha creado un móvil que odias o amas. No hay término medio. Eso sí, es un móvil valiente, en un móvil que quiere decir algo más en el mundo del diseño de terminales. Algo que vale mucho con los tiempos que corren, donde determinados fabricantes ceden demasiado protagonismo al sistema operativo. Quizá pueda sorprender pero hay que detenerse en este aspecto, creemos que la firma ha dado una vuelta de tuerca.
Social Media
Ahora que lo social está más de moda que nunca decidimos, nada más llegar el Razr a nuestro poder ponerlo en el mayor número de manos posible para ver si el diseño era tan decisivo como nos ha parecido desde el principio. Lo primero que quedó claro es que el peso sorprende a todos los que lo cogen por primera vez. Su generoso tamaño por culpa de la gran pantalla no tiene nada que ver con el peso que ofrece y eso sorprende una y otra vez a todo el que lo agarra en el primer intento. De igual manera han sido varias personas las que nos han preguntado si “faltaba la batería”, ya el grosor que tiene es impactante. A veces hay que enseñarlo dos veces para se tome conciencia de sus verdaderas dimensiones. Como usuarios, los que hemos utilizado estos días el Motorola RAZR coincidimos en lo cómodo que es llevarlo encima y no digamos si usas chaqueta. Ahí es insuperable. Además, en el uso diario en entornos domésticos bajo conexiones WiFi hace muy bien las veces de tablet, no solo por su pantalla, que también, sino por el peso y por la manejabilidad. Destacamos que el kevlar que lleva en la parte trasera desliza poco, lo que permite agarrar muy bien el Motorola RAZR y así evitar que se caiga de las manos. Además, el borde abombado de la zona de la cámara también se usa como apoyo cuando lo cogemos con las manos. Buscando detalles, el alojamiento de la microSIM y de la tarjeta de memoria no plantea problema alguno. Se encuentra en el lateral izquierdo, tiene una tapa para proteger a ambas y a funcionar. Una vez dentro del menú nos ha gustado cómo funciona MotoBlur, el integrador de redes sociales de Motorola, que dista mucho de las primeras versiones, a nuestro modo de ver mucho más intrusivas. Poco más, como os hemos comentado al principio, solo queremos daros un pequeño adelanto de la prueba que publicaremos la semana que viene. Os dejamos unas capturas de su escritorio y menú para ir abriendo boca.