Como era de esperar, tras la sentencia que prohibía a Samsung vender su Galaxy Tab 10.1 en Europa, la multinacional coreana se ha puesto manos a la obra y ya ha presentado el recurso ante el mismo tribunal alemán que sentenció a favor de Apple.
Desde hace tres días Samsung y Apple están en boca de todos los medios de comunicación, sobre todo los especializados en tecnología, por la pelea que tienen en los tribunales en el ámbito de la Unión Europea. Si Apple se sentía victoriosa por haber conseguido frenar la venta y promoción de la tableta Galaxy Tab 10.1, nadie podía pensar que Samsung no iba a recurrir dicha sentencia. De hecho, Samsung emitió un comunicado nada más conocer los detalles en el que decía sentirse sorprendida por la medida cautelar de suspender la venta e indignada ante la forma de actuar del tribunal de Düsseldorf en Alemania.
El recurso de Samsung tiene un claro objetivo: revocar la medida cautelar impuesta por dicho tribunal y por la que se le ha prohibido vender y promocionar su tableta Galaxy Tab 10.1 en todos los países de la Unión Europea, con la excepción de Holanda. Recordemos que Apple acusa a Samsung de infringir los derechos de propiedad intelectual y copiar el iPad 2. En este caso, porque Apple también está en litigio con Samsung por “copiar” supuestamente el iPhone. De hecho un portavoz de Apple hizo referencia al parecido de los productos “desde el diseño al hardware, pasando por la interfaz de usuario e incluso el embalaje”.
La batalla está servida y, si ya lleva activa desde el mes de abril, parece que va para largo. La sentencia del tribunal alemán es el primer revés legal para Samsung. Pero si Apple acusa de copiar el hardware principalmente, Samsung contraataca y afirma que la compañía de la manzana está plagiando algunas de sus ideas de software. La disputa entre estas dos empresas siempre nos ha parecido un tanto curiosa, sobre todo porque Samsung es el fabricante de los chips y otros componentes de los terminales de Apple y su relación comercial supera en cifras los 3.500 millones de euros. ¿Llegarán a un acuerdo antes de provocar daños en su relación comercial? ¿Estaremos en el principio del fin de sus acuerdos de suministro de componentes? Estamos seguros que otros fabricantes asiáticos están más que interesados en que la relación entre ambas compañías se rompa.