A la vista de sus facultades y la configuración del hardware, el Samsung Galaxy Note II estaría enmarcado más cerca de un ordenador portátil que de un teléfono inteligente, por lo que podríamos pensar en ampliar su uso hasta límites donde no llegan los smartphones al no poderse utilizar combinados con otros dispositivos (discos duros externos, teclados, ratones, impresoras…). Desde Samsung también han pensado de esta manera, aportando una solución sencilla y eficaz: el Smart Dock.
Es inevitable que muchos de nosotros, al ver las especificaciones técnicas de la última generación de teléfonos inteligentes nos hagamos la pregunta de cuál es la utilidad de un pequeño portátil, frente a un dispositivo, con apariencia de teléfono, que dispone de total conectividad a la Red por varias vías, de la versión Android 4.1.1 Jelly Bean de su sistema operativo, de un procesador de cuádruple núcleo con velocidades de funcionamiento a 1,6 GHz y de una memoria RAM de 2 GB que le permite gestionar aplicaciones muy complejas. La respuesta a nuestras dudas puede llamarse Smart Dock, una especie de consola multitarea que amplía las expectativas de utilización del Samsung Galaxy Note II.
La “base” de operaciones
El Smart Dock ofrece al usuario un funcionamiento muy sencillo: se abre la tapa, colocamos el Galaxy Note II utilizando el puerto micro USB residente en parte inferior y de una forma tan fácil, acabamos de incorporar a nuestro “phablet” tres puertos USB estándar, una toma HDMI, una salida de audio de 3,5 mm y otro puerto micro USB para conectar un cargador o un PC.
Con esta solución acabamos de ampliar las expectativas de uso del Galaxy Note II hasta límites insospechados, ya que podremos conectar un ratón, un teclado o dispositivos externos de almacenamiento (tanto tipo memoria USB externa, como discos duros removibles), además de poder ver nuestro contenido multimedia en cualquier pantalla de alta resolución dotada con sistema de entrada HDMI. Por el momento, y según hemos leído en la página oficial de Samsung en Estados Unidos, el Smart Dock solo es compatible con el Galaxy Note II y se vende en el mercado americano por 100 dólares.
Con este tipo de accesorio tan versátil, siempre que el dispositivo móvil esté preparado para gestionarlo, podemos ampliar hasta límites insospechados las capacidades de un equipo que, ya de por sí, es caro. Visto lo que pueden dar de sí, nos preguntamos dónde está la pelea del Galaxy Note II: ¿con los smartphones, con las tabletas o con los dos segmentos a la vez?