Según la página de noticias Sina, solo el 30% de las baterías del iPhone 5 han superado los controles de calidad de Apple, consecuencia de lo cual podría retrasarse su lanzamiento. Este dato contrasta con la información suministrada hace cuatro días por la misma página en la que se afirmaba que su presentación oficial podría adelantarse a finales de agosto o principios de septiembre.
Hace unos días, una de las páginas que más noticias filtra sobre el nuevo iPhone de Apple, con sede en China, citando como fuente a varios proveedores de componentes taiwaneses, afirmaba que la presentación del nuevo smartphone de Apple se iba a producir cuando comenzara la temporada escolar, sobre finales de agosto o principios de septiembre. Según los datos suministrados por Sina, la compañía de la manzana había solicitados a sus proveedores que aceleraran el proceso de fabricación de sus componentes y estuvieran preparados para la producción y envío masivo en el mes de agosto.
Ahora parece que Apple se enfrenta a un nuevo reto: solo un 30% de las baterías suministradas por su proveedor para el iPhone 5 pasarían los controles y estándares de calidad requeridos por la compañía de la manzana. La consecuencia inmediata de este dato es que las últimas fechas de referencia para su lanzamiento (finales de agosto o principios de septiembre) se verían alteradas. Al no poderse suministrar las baterías en los tiempos fijados, las cadenas de montaje de Foxconn y Pegasus (donde se supone que se va a montar el iPhone 5) sufrirían un retraso que probablemente nos llevaría de nuevo, como mínimo, al mes de octubre.
La batalla por la supremacía
La posibilidad de que Apple adelantara la presentación del iPhone 5, estaba fundamentada en la posible revitalización de las cifras de ventas para el tercer y cuarto trimestre del año, además de no dar tregua a sus rivales directos, especialmente a Samsung con su Galaxy S III que, por diseño y prestaciones, está llamado a ser el gran competidor del iPhone 5. Por esta razón se espera que el nuevo modelo de Apple, la sexta generación, introduzca una serie de mejoras como la pantalla de 4 pulgadas, abandonando por fin las 3,5 pulgadas de los anteriores modelos.
El secretismo de Apple con relación a sus productos es tal que ninguna de las informaciones que se filtran sobre el iPhone 5 se pueden contrastar oficialmente. Por otro lado, es complicado, fabricando en Asia, que no se filtre algún dato de los proveedores de componentes que al fin y al cabo son la cadena intermedia entre la compañía de la manzana y el lugar del ensamblaje.