Vistos los precedentes de otros juegos para smartphones y tablets, parece claro que cuanto más sencilla es una idea, más opciones tiene de triunfar que otra más rebuscada que necesita de muchas horas para asimilar sus conceptos. Y esa es, precisamente, la base sobre la que se asienta Agar.io, un desarrollo tan simple que asusta lo divertido que puede llegar a ser.
Del navegador a tu móvil
Agar.io es un título que viene triunfando en el entorno web desde hace algún tiempo y que estaba tardando en llegar a los dispositivos móviles de manera oficial. Había otras alternativas en la App Store y la Play Store pero no eran las originales, esa que nos guarda nuestros progresos gracias a la ID que podemos crear en la plataforma.
El desarrollo de Agar.io es bien sencillo ya que somos un cuerpo circular capaz de moverse por un espacio lleno de bolas de colores con distintos tamaños donde impera una única ley: la de la selva. El pez grande puede comerse al chico pero no a la inversa, así que ya sabéis lo que toca: sobrevivir. Y cuidado, que cada una de las bolas que os atacarán es manejada por jugadores de todos los rincones del planeta.
Come o serás comido
Así que ya sabéis cuál es vuestro objetivo, devorar a los más pequeños y escapar de los más grandes valiéndonos de la única arma que nos diferencia de los peces más gordos: nuestra velocidad. Gracias a ella podremos esquivar las amenazas y aprovechar para ir comiendo bolas pequeñas que nos hagan más grandes… y más lentos.
El objetivo último es conseguir el tamaño máximo permitido para ser los auténticos reyes de la pirámide alimenticia, esa en la que nadie nos puede toser porque no existe un bicho más grande que nosotros en todo el juego.
Divide y vencerás
Pero no todo en Agar.io es coger y coger tamaño para arrasar al resto siendo una única bola. Conseguir el objetivo de ser el más grande también pasa por recurrir a estrategias como la de dividir a nuestro protagonista para realizar emboscadas a otros habitantes del juego.
Al dividir (en 2, 4, 8, 16, 32, etc. partes) nuestro personaje podremos rodear a las víctimas que perseguimos y crecer más fácilmente pero, sin embargo, nos expone a otros depredadores más grandes ya que al dividirnos nos quedamos en la mitad de tamaño que teníamos cuando éramos una única bola.
Como os decimos, es un juego muy absorbente y adictivo (que dicen los gamers) que te puede picar mucho, mucho. Además, con el paso de las horas podremos incluso personalizar el diseño de nuestra pelota para que los demás sepan quienes somos o de qué país venimos. Porque es posible incluso decorar nuestro avatar con la bandera de un montón de países de todo el mundo.
Probadlo, veréis cómo s gusta.