HTC Desire empezó en sus inicios siendo HTC Bravo. El caso es que cualquiera de los dos es acertado por sus características. Sin duda, este modelo de HTC se ha convertido en la sensación de la temporada y es que es uno de los teléfonos con Android más potentes a los que se puede acceder. MovilZona os cuenta las primeras impresiones con él.
Sin duda, fue uno de los modelos que más nos impacto de la última edición del MWC. Tuvimos la posibilidad de entrar en contacto con él durante unos minutos, y aunque insuficientes para comprobar todo su potencial, fueron los justos para que nos cautivara de una forma como pocos lo han conseguido. Pero eso fue en febrero, y después de unos meses de espera ya lo tenemos entre nosotros. Han pasado unos días en los que hemos estado jugueteando con el modelo tope de gama de HTC, suficientes para transmitiros unas primeras impresiones
Calidad y diseño
Impresionante, así podríamos definir al HTC Desire en una sola palabra. Si bien las sensaciones no son las mismas que al agarrar un HTC Legend y su cuerpo de aluminio, este HTC está muy cuidado y se nota muy sólido. Su parte trasera, forrada en goma, es muy agradable al tacto y nos da seguridad, ya que permite sujetar el terminal sin que haya posibilidad de que se escurra y se caiga. El color marrón tan característico de este modelo combinado con el negro le da una elegancia y una estética acorde a su diseño. Las dimensiones son acertadas. El móvil es realmente delgado, aunque la anchura se hace notar al mantenerlo en la palma de la mano. Cierra el apartado estético la pantalla, de 3,7 pulgadas, que da la sensación de amplitud.
Todo un Ferrari
Aceleración de 0 a 100Km/h en menos de 4 segundos, 330Km/h de velocidad punta… Perdonar la metáfora pero creemos que es una forma comparativa bastante acertada de transmitir el potencial que esconde el HTC Desire. Es increíble la potencia de este terminal en todos los aspectos. Responde a la perfección en cualquier situación sin pensarlo un solo momento, a pesar de tener la capa HTC Sense. La sensación de acción-reacción es inmediata. El scroll es rapidísimo pero suave, las aplicaciones se instalan y arrancan en un suspiro. Navegar por el menú, cambiar entre una y otra pantalla (tiene 7), ejecutar cualquier aplicación… en resumen, utilizar Android en este terminal es una delicia.
Pantalla
Si el corazón del Desire (SnapDragon a 1GHz) y sus 576MB de memoria RAM dan una fluidez extrema al sistema, no se queda atrás el funcionamiento de la pantalla capacitiva. Su respuesta al tacto es ultra sensible. En ningún momento falla (tampoco en los bordes) y no hace falta repetir el gesto, con un solo toque responde. Eso sí, la marca de los dedos es una constante. Ojalá los fabricantes tomen nota y puedan llegar a solucionar por completo este problema en común que tienen las pantallas táctiles. La tecnología AMOLED marca la diferencia. Sí que se nota respecto a los TFT convencionales. Los colores se ven más vivos y más brillantes. El tamaño es sencillamente ideal, ni grande ni pequeña. Algo que nos ha sorprendido gratamente es la navegación web y el zoom mediante multitouch (o pellizco a la pantalla), que funciona realmente bien. La carga de las páginas es muy rápida, dándonos cuenta que en otros casos, con modelos inferiores, el causante del retraso no es en sí la conexión 3G, si no el propio terminal. Sinceramente, por tamaño de pantalla, rapidez en la carga y dinámica en la navegación, este modelo se convierte en 100% usable en el día a día.
Multimedia
En este aspecto no saca tanta distancia a sus competidores. Sencillamente cumple. El tamaño de la pantalla le da un extra en la visualización de vídeos y fotos. El altavoz integrado no da demasiada calidad al sonido (algo agudo) y llega a ser molesto a volumen máximo. La cámara de fotos y grabación de vídeo más de lo mismo, aunque aún es pronto para valoraciones finales. Os daremos más detalles en la siguiente prueba que realizaremos a fondo.
Autonomía
El HTC Desire no es que sea glotón, pero sí que es verdad que este es un modelo de los que necesitan un recambio en forma de segunda batería, al menos para los usuarios más activos, que condicionarán la autonomía dependiendo de lo que expriman el terminal. Todo lo que le pidas te lo da sin rechistar, pero a costa de consumo. Con un uso medio, (llamadas frecuentes, navegación web por 3G, fotos y vídeos y uso de redes sociales) la batería llega a duras penas al final del día. Ni más ni menos un comportamiento parejo al de otros teléfonos de gama alta. A grandes rasgos, estas son las primeras impresiones sacadas del HTC Desire en el transcurso de un par de días. Nos ha quedado un muy buen sabor de boca pero nos reservamos un informe mucho más detallado para el análisis que lanzaremos próximamente.