Se venden menos móviles que nunca, ¿qué está pasando?

Porque ahí están los números que nos martillean mes a mes con las ventas de smartphones en todo el planeta. Estas van de mal en peor y la realidad es que se venden menos móviles que nunca, algo que puede tener muchas explicaciones, pero que principalmente puede deberse a dos causas concretas.

Un mercado cada vez más agotado

El mercado de smartphones está en plena recesión, de eso ya no hay duda, y es que se han encadenado ya tres trimestres consecutivos en los que el mercado ha declinado respecto del mismo periodo del año anterior. Canalys ha compartido las ventas de este segmento en los últimos meses y no han podido ser peores. De hecho no habíamos visto un tercer trimestre tan malo desde el año 2014, lo que nos da una idea de lo mal que está este mercado actualmente.

Respecto de este último tercer trimestre, el de 2022, Canalys ha mostrado cómo este se ha contraído un 9% respecto del mismo periodo del año pasado, por lo que es evidente que la tendencia a la baja ya se ha convertido en norma en lugar de anécdota. Si vemos el gráfico que repasa la evolución de las marcas desde el primer trimestre de 2020 al tercero de este año, podemos apreciar cómo las constantes subidas y bajadas en las ventas de los cinco fabricantes más importantes se han estabilizado en esta ocasión.

Precisamente en este último trimestre comprobamos cómo tanto Samsung como Apple marcan una línea ascendente en sus ventas, mientras que Xiaomi se mantiene en una evolución que podemos describir como plana. Con este panorama, tenemos a Samsung al frente con una cuota de mercado del 22%, seguida de Apple que cuenta con un 18% del mercado mundial. Tanto Xiaomi como Oppo y Vivo cuentan actualmente con una cuota de mercado del 14%, 10% y 9% respectivamente, por lo que no hay prácticamente cambios en el Top 5, si acaso en la cuota, pero no en la posición de cada uno.

Lejos quedan ya los espectaculares crecimientos año a año que vimos en este mercado durante el primer trimestre de 2021, cuando la pandemia comenzaba a remitir, y que ha marcado sin duda el techo de ventas de este mercado desde hace tres años. Ahora lo que está claro es que se venden menos smartphones que nunca, y eso es algo que tiene varias explicaciones, ya que son distintos los factores que están ayudando a este enfriamiento del mercado.

¿Por qué se venden cada vez menos móviles?

Lógicamente no tenemos todas las respuestas, pero sí que podemos llegar a formarnos una idea bastante fiel a la realidad del mercado, que sin duda nos puede arrojar luz sobre las verdaderas causas del desplome de este mercado. Y todas las razones confluyen en una misma consecuencia, la crisis económica. Nos encontramos en un contexto económico extremadamente difícil, que según los expertos no va a llegar a ser tan grave como el de la crisis de 2008, pero que ya se está dejando sentir y mucho en los consumidores.

Por un lado tenemos la crisis de la inflación, que viene de más lejos que el pasado mes de febrero, y ya el pasado año comenzaba a dar pistas de lo que podría ocurrir. Con una inflación del entorno del 10% en los últimos meses es lógico pensar que todos estos costes se están trasladando primero a las materias primas, y después al consumidor. Y más que por el propio aumento del precio de los smartphones, que no ha sido especialmente duro, salvo en casos puntuales, lo que realmente golpea a las ventas es la pérdida de poder adquisitivo del consumidor.

A más inflación menos recursos para consumir, y por tanto comienzan las decisiones de sacrificio en las compras. Obviamente de lo primero que se prescinde es de las compras no esenciales, como es la mayoría de la tecnología, y por tanto se reduce la rotación de modelos en el mercado. Lo que poco a poco lleva a esta situación de descenso en las ventas, que de momento no tiene visos de cambiar a mejor. Pero además de la inflación, en esta crisis económica que ya nos afecta a la mayoría juegan un papel importante otros dos factores.

Uno es la guerra de Ucrania, que lleva meses llevando el pesimismo a los mercados, y la crisis energética derivada de esta. Todo ello confluye en lo mismo, en esa inflación que al final es la que está trastocando los plantes de todos nosotros. Porque esa inflación es la que está provocando la subida de tipos de la Reserva Federal y también del BCE, lo que da como resultado un aumento del importe de las hipotecas. Que sumado a la propia inflación en la que estamos sumidos lleva a las familias y en general a todos los consumidores a prescindir de productos como los smartphones, salvo que sean casos de extrema necesidad por reemplazo forzoso o por cuestiones de trabajo.

Es evidente que quien no ve crecer su salario, comprueba cómo la hipoteca le sube al mes un 30% y los precios de todo en general alrededor del 10%, no tiene en la cabeza invertir en tecnología como la de un smartphone. Puede haber más explicaciones, pero es evidente que en este contexto las ventas no pueden sino empeorar en los próximos meses. Y no olvidemos que la escasez de componentes que hemos visto en el mercado desde la pandemia, también ha contribuido negativamente a las ventas, como ha ocurrido con el segmento de la automoción. A menos componentes, plazos de entrega más largos, y por tanto ventas inferiores.

¿Cuándo veremos una recuperación en las ventas?

Es la pregunta que nos hacemos todos, y que tiene una incierta respuesta. Los principales analistas vaticinan una mejora del mercado a finales de 2023, coincidiendo con la moderación de la inflación, y por tanto también con las medidas de los bancos centrales para atajarlas, que precisamente buscan el enfriamiento de la economía para combatirla. Solo ahí, cuando la demanda se haya frenado del todo, y los precios en general comiencen a bajar, será cuando veamos de nuevo resurgir las ventas de smartphones. Mientras seguirá siendo un segmento deficitario, sencillamente porque no es un gasto esencial en un contexto socioeconómico tan complejo como el actual.