La ciberseguridad es algo que nos incumbe a todos, y aunque no somos los encargados de hallar las formas de protegerse de las constantes estafas que merodean por la red, sí que debemos seguir de cerca lo que hace este sector, en forma de herramientas y patrones a seguir para evitar ser víctimas. Un mercado que no para de crecer y que ha cerrado el ejercicio 2022 con crecimientos de dos dígitos.

Aunque lo que por un lado es un buen datos para las empresas de ciberseguridad, lo es evidentemente malo para los consumidores y usuarios, que vemos cómo el malware y las estafas no paran de crecer, lo que beneficia de alguna forma a este mercado.

Los ingresos crecen un 14%

Así lo ha reflejado la consultora Canalys en su último informe acerca del mercado de la ciberseguridad. En él ha destacado que este mercado ha crecido en 2022 un 14% hasta los 19.600 millones de dólares, que precisamente va en la línea de las mejores previsiones que esta consultora había hecho para este mercado. El gasto en tecnología de ciberseguridad a través de este canal ha crecido un 16,2%, hasta los 18.000 millones de dólares.

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La región que más ha crecido durante el 2022 en lo relacionado con la ciberseguridad ha sido el norteamericano, con un 16,3%, hasta los 10.200 millones de dólares. Le ha seguido la región Europea y de Oriente medio con un crecimiento del 12,9%, con una facturación de 5.900 millones de dólares. Le ha seguido la región de Asia Pacífico, con 2.700 millones de dólares y un crecimiento del 11,2%.

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Por último el mercado más pequeño lo representa latinoamérica, con 690 millones de dólares y un crecimiento importante, el segundo de las cuatro regiones, con un 14,4%. Por lo que aunque es la que menos factura, sí que es la que tiene más margen de crecimiento en el futuro. Este mercado está altamente fragmentado, con nada menos que 12 proveedores de ciberseguridad representando el 47,1% de la facturación durante el último trimestre de 2022.  En lo alto de este listado se encuentra «Palo Alto Networks» que cuenta con una cuota de mercado del 7,9%, y un crecimiento del beneficio del 24,8%.

Aunque el crecimiento más alto cuando se trata de beneficios ha sido para Crowdstrike, con un 45% positivo, aunque su cuota de mercado es de solo el 3,2%. En cualquier caso como indicaban desde Canalys, la fragmentación de este mercado es realmente alta y de momento no hay visos de que esto vaya a cambiar. Por tanto es evidente que con los resultados de este cuarto trimestre se confirma que el 2022 ha sido un buen año para la ciberseguridad, lo que quiere decir que cada vez se invierte más en ella para estar más protegidos.

Al calor de una ciberdelincuencia al alza

Estos buenos resultados son consecuencia precisamente de ese aumento en los ciberdelitos. Hace pocos días conocíamos que cada vez son más los hackers que se pasan la phishing a través de códigos QR, un método que se ha convertido en uno de sus preferidos, ya que necesita de poca inversión y el retorno es grande. Se trata de una buena manera de acceder a los dispositivos de la víctima mediante la suplantación de identidad y la persuasión para pulsar enlaces maliciosos o descargar adjuntos infectados. Pero esto es solo la punta del Iceberg, porque a nivel de empresa el ransomware sigue siendo la principal lacra, con el secuestro de ingentes cantidades de datos de las empresas para obtener un rescate.

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Eso sí, en estos últimos meses ha descendido el porcentaje de empresas que aceptan pagar esos rescates, y parece que cada vez es más difíciles para los delincuentes encontrar víctimas en este sentido. En cualquier caso que al mercado de la ciberseguridad le vaya bien no quiere decir que la ciberdelincuencia deba seguir forzosamente al alza, ya que muchos de estos ingresos tienen que ver con la prevención de los riesgos a los que se enfrentan empresas y usuarios finales en material de seguridad.