La inventiva de los ciberdelincuentes, que comúnmente conocemos como hackers, es cada vez más afilada. Y desde luego un buen ejemplo de ello es la información que conocemos ahora, y que nos cuenta cómo estos están utilizando un sensor clave de nuestro teléfono para espiarnos. Algo que desde luego es cuando menos inquietante, conociendo la naturaleza del hackeo.

Una vez más ha sido la empresa de ciberseguridad Karspersky la que nos ha desvelado una práctica que se ha extendido entre los hackers. En este caso se trata de un método que se aprovecha de las propiedades de un determinado sensor para poder acceder a nuestros datos.

Una forma más sencilla de interceptar nuestras llamadas

Tradicionalmente cuando los hackers han buscado la manera de hacerse con nuestras conversaciones telefónicas, han utilizado los permisos del micrófono y el altavoz para poder interceptar nuestras palabras en la conversación. Pero es precisamente esa necesidad de permisos, cada vez más difíciles de obtener, la que ha cambiado la estrategia de los hackers para obtener la misma información. Ahora en su lugar utilizan la información que les facilita el sensor movimiento, el acelerómetro, para el cual no es necesario contar con permisos de accesos.

hackers acelerómetro

Los usos del acelerómetro son muy numerosos en un móvil, siendo uno de sus componentes esenciales en todas las gamas desde hace muchos años. Con él instalado, el smartphone tiene conciencia de su posición, por lo que sabe cuándo hay que girar la pantalla, o puede medir movimientos en un espacio tridimensional. Más allá de este evidente uso, lo que están haciendo ahora los hackers utilizar este sensor para descifrar lo que se habla en una conversación. Por tanto de ahí que se haya extendido su uso por parte de los hackers, porque es un sensor más fácil de manipular, y que no deja huella cuando se hace, ya que no hay que estar obteniendo los permisos pertinentes con otras zonas del teléfono.

Así facilita el acelerómetro tus conversaciones

Seguramente os estéis preguntando cómo un sensor de este tipo puede desvelar nuestras conversaciones  a terceras personas, y la realidad es que no es tan difícil como parece si se tienen conocimientos. Hace años esto no era un problema, ya que los altavoces de los teléfonos no tenían la suficiente potencia como para transmitir la información necesaria para poder neutralizar las informaciones. Estas se obtienen descifrando las vibraciones de nuestra voz, que recoge el sensor.

distorsionar voz llamadas Samsung

Y como ahora los móviles tienen altavoces mucho más potentes, es más sencillo recoger esas vibraciones de las conversaciones, y por tanto convertirlas en palabras. Por tanto, al tener mayor volumen y calidad de sonido, hay más detalles que recolectar, y por tanto más información sensible accesible, y que puede ser descifrada de una forma relativamente sencilla.

llamada desconocida

Los investigadores de los que se hacen eco en Karspersky, demostraron esto en su momento de una manera sencilla. Con tres gráficos diferentes, donde a la izquierda se mostraba, las vibraciones recogidas durante la conversación en un móvil de hace ya seis años, mientras que en el centro y la derecha se puede ver cómo se recogen esas vibraciones en móviles más modernos, con altavoces estéreo. Es evidente que en el teléfono más moderno hay mucha más información que analizar que en los otros casos. Por tanto sí, a su manera, el acelerómetro se puede considerar como un micrófono más, ya que a otro nivel puede también registrar una conversación.

llamadas

Eso sí, no es sencillo descifrar estas conversaciones a partir de los datos del acelerómetro. Hacen falta algoritmos precisos y que sobre todo tengan una buena base analizando los datos que desprenden otras voces durante una llamada. La capacidad de muestreo del acelerómetro se ha reducido mucho en las últimas versiones de Android, y no hay tanta información a analizar como antes, pero a pesar de ello los hackers pueden descifrar en muchas ocasiones las conversaciones con los algoritmos adecuados.