Los móviles Android lamentablemente son los más afectados cuando hablamos de malware. Un sistema operativo más abierto que facilita indirectamente la proliferación de stalkerware, un tipo de software maligno. Pero parece que en los últimos meses está perdiendo fuerza, y no están aún muy claras las razones detrás de ello, un nuevo informe de malwarebytes lo pone de manifiesto.

Y es que mientras otras amenazas como el ransomware siguen creciendo cada año, lejos de lo que pueda parecer el malware está perdiendo intensidad en los dos últimos años, como demuestran informes como del que nos hacemos eco ahora.

La montaña rusa de 2021

Si vemos los gráficos del informe de malwarebytes, la realidad es que en 2021 llegamos a alcanzar uno de los picos más altos en la detección de este software malicioso, tanto en apps de espionaje como de malware. Incluso 2021 supuso un aumento en este tipo de amenazas, con un crecimiento del 4,2% en las apps de monitorización de la actividad en segundo plano, y del 7,2% en las detecciones de spyware, lo que ha colocado al año pasado como el peor de la historia en este tipo de amenazas. Pero curiosamente tras aquel pico no han dejado de descender el número de casos de este software fraudulento.

stalkerware android

De hecho, e los gráficos podemos comprobar cómo los niveles de detección de este tipo de software malicioso han descendido a finales de 2021 a los niveles pre pandemia, lo que ha dado mucho que pensar a los analistas de esta empresa que lucha contra el malware. El descenso de esta actividad ha sido por tanto en picado desde la primavera del pasado año, cuando se alcanzaron los picos más altos de incidencia de este tipo de software.

stalkerware android

El descenso más agudo se ha vivió en las aplicaciones de monitorización de la actividad en Android, mientras que el spyware ha descendido a una velocidad algo menor, y hoy por tanto se encuentra algo por encima de los niveles pre pandemia, pero el gráfico va claramente en línea descendente.

¿Qué razones hay detrás de este descenso?

Eso es lo mismo que se preguntan desde MalwareBytes, y la única conclusión a la que han llegado, que tampoco es concluyente por el momento, es que los periodos de confinamiento han sido los más activos precisamente por las restricciones físicas impuestas en todo el mundo a la población. Se entiende que, en estos tiempos de confinamiento, disparándose las actividades virtuales y el uso de los dispositivos móviles, ha sido un momento propicio para propagar este tipo de software.

malware

La caída de estas restricciones con el final de la pandemia habría reducido drásticamente la actividad de los hackers al volver la presencialidad a la vida de muchas personas. La otra alternativa que se baraja en este informe es mucho más obvia, y se centra en que ciberdelincuentes simplemente han encontrado otras alternativas para cometer sus crímenes en la red mucho más difíciles de detectar que las utilizadas durante estos últimos meses. Podría haber dejado de ser una tendencia entre los ciberdelincuentes, o simplemente ya no es el momento idóneo para este tipo de prácticas. Sea como fuere es una buena noticia si estas prácticas no se transforman en otras peores.