Mientras algunos fabricantes aprovechan las actualizaciones de sus terminales con Android para tapar agujeros de seguridad para evitar que los usuarios tengan acceso al los archivos del sistema, según las informaciones del Android Developers blog, la serie Nexus es todo lo contrario y está pensada justo para que el acceso «root» no sea resultado de un problema de seguridad, sino de un compromiso con la filosofía de sistema abierto.
Esto quiere decir que, al igual que el Nexus One, el Nexus S será susceptible de ser «rooteado», es decir, de ofrecer la posibildad a los usuarios de acceder y modificar los archivos y permisos del sistema de la forma más sencilla, de una forma tan fácil como conectar el teléfono al programa que permite acceder al sistema y escribir una simple línea de código. Los desarrolladores ponen el ejemplo de la orden «fastboot oem unlock», que permitirá cambiar en el Nexus S la imagen de arranque del sistema, que suele ser de un operador, por la de fábrica de Android.
Los Nexus están hechos para ser rooteados
De acuerdo con las declaraciones del blog oficial de desarrollo del sistema operativo de Google, los Nexus están «diseñados para permitir a los entusiastas instalar sistema operativos customizados». Al igual que con el código que antes hemos indicado, instalar un sistema operativo modificado será tan sencillo como cambiar la imagen de arranque de Android, y, como anuncian en el blog «esperamos que ese sea sólo el principio de los cambios que se pueden llegar a hacer». Finalmente, admiten que el acceso «root» no es una característica del dispositivo sino la utilización activa de un conocido agujero de seguridad.
Los operadores y los fabricantes no están tan contentos
Hasta el momento, no ha habido ningún terminal Android que no haya sido susceptible de que se consiguiera el acceso root y sus trabas han llegado siempre por el interfaz o software que han añadido algunos fabricantes. Y es que los operadores y los fabricantes no ven con buenos ojos esta actividad y, como admiten desde Google «desafortunadamente, hasta que los operadores y los fabricantes ofrezcan un método fácil para desbloquear legalmente los terminales, existirá una tensión natural entre el rooting y las necesidades de seguridad«.
Una pelea sin fin
No creemos que sea una lucha que vaya a llegar a una tregua. A los fabricantes les cuesta mucho esfuerzo, y dinero, diseñar sus sistemas para ofrecer una experiencia única y diferenciada y a los operadores no les hace mucha gracia que tras comprar el terminal, nos gastemos el dinero de las llamadas y los datos con otro. Tanto unos como otros saben que no pueden luchar contra el afán de los usuarios por liberar sus terminales y para intentar frenarlo advierten, y estan en su derecho, que hacer el «root» a un teléfono puede suponer la pérdida de la garantía y posible malfuncionamiento del mismo.
Guerras aparte, al menos es reconfortante que desde Google nos aseguren que, al menos, los terminales que lleven su marca propia serán fieles a la filosofía de apertura de la que siempre ha hecho gala Android.