La mayoría de los usuarios están acostumbrados a utilizar un sistema operativo Windows y a utilizar las aplicaciones que hay desarrolladas específicamente para él. Sin embargo, cuando utilizamos un smartphone o una tablet, como el iPhone o el iPad, no podemos instalar Windows en ellos, teniéndonos que adaptarnos a las aplicaciones disponibles para cada sistema operativo, en este caso, iOS.
Aunque, como hemos dicho, no vamos a poder instalar Windows en un iPad o un iPhone, sí que es posible que, si tenemos un ordenador conectado a Internet, podamos utilizar este sistema operativo y sus aplicaciones desde nuestros dispositivos. Esto es posible gracias a las diferentes aplicaciones de escritorio remoto que podemos encontrar.
De entre todas las aplicaciones de escritorio remoto que podemos encontrar, en este manual os vamos a enseñar cómo podemos utilizar Escritorio Remoto, el protocolo de control remoto nativo de Microsoft, desde un iPhone o iPad para poder controlar nuestro ordenador de forma remota desde estos dispositivos.
Activa el Escritorio Remoto en Windows
Por defecto, y por motivos de seguridad, el Escritorio Remoto de Windows está desactivado, por lo que antes de poder usarlo es necesario activarlo en nuestro sistema operativo. Recordamos que esta herramienta solo está disponible en las versiones Pro, Business y Enterprise (es decir, las más avanzadas orientadas a un entorno profesional), por lo que si tenemos, por ejemplo, la versión Home, será necesario utilizar otras plataformas como VNC o TeamViewer.
Para activar el Escritorio Remoto en nuestro Windows, simplemente debemos abrir la ventana de «Propiedades» de «Mi PC» (haciéndo clic con el botón derecho sobre «Este equipo», desde el escritorio) y abrir las opciones de configuración avanzadas pulsando sobre ellas desde el menú de la izquierda.
En esta ventana de configuración, debemos pulsar sobre la pestaña «Acceso Remoto» y marcaremos la opción «Permitir las conexiones remotas a este equipo» de la parte inferior. Además, nos aseguraremos de tener la opción de la autenticación a nivel de red activada (por seguridad).
Aplicamos los cambios y salimos de estas ventanas. Nuestro Windows ya está listo. Ahora es el turno de iOS.
Cómo conectarnos a Escritorio Remoto desde un iPhone o iPad
Para poder hacer uso de esta herramienta es necesario descargar un cliente específico. Aunque existen varios clientes preparados para utilizar el protocolo RDP, en nuestro caso hemos querido optar por el cliente de Escritorio Remoto oficial de Microsoft, que podemos descargar de forma gratuita desde la App Store.
Una vez descargado e instalado el cliente lo ejecutamos. La primera vez que lo abramos veremos una ventana vacía, ya que no hemos añadido ningún ordenador, similar a la siguiente.
A continuación, lo siguiente que debemos hacer es añadir un nuevo Escritorio Remoto a nuestro programa. Para ello pulsamos sobre el botón «+» de la parte superior derecha y en la ventana que aparece elegimos «Escritorio«.
A continuación, en el apartado «Nombre del equipo» introduciremos este o, si no lo sabemos o queremos evitar posibles confusiones, la dirección IP del mismo, como hemos hecho.
Listo. Ahora pulsamos sobre «Guardar» y veremos cómo nuestro nuevo escritorio aparece en la pantalla principal que antes estaba vacía.
Para conectarnos a nuestro ordenador, lo primero que haremos será pulsar sobre el icono anterior y el programa nos preguntará por el usuario que quiere iniciar sesión en el equipo.
Debemos asegurarnos de introducir correctamente el usuario. Por defecto, todos los administradores pueden conectarse a través de Escritorio Remoto, sin embargo, si queremos dar permisos a otros usuarios o a un grupo de ellos debemos hacerlo manualmente desde la ventana de activación de RDP que hemos visto al principio.
Escritorio Remoto nos pedirá confirmación para conectarnos.
La aceptamos y en unos segundos estaremos controlando ya nuestro ordenador.
Debemos tener en cuenta que cuando nos conectamos a través de este protocolo automáticamente se bloquea la sesión en el ordenador principal. Además, es probable que los iconos se desordenen ya que la resolución del iPhone o iPad no será la misma que la de nuestro monitor.
En caso de querer desconectarnos, lo único que debemos hacer es pulsar sobre el botón con 3 barras de la parte superior y, en el menú que aparece, seleccionar «Finalizar sesión«.