Al igual que nosotros notamos los cambios de temperatura, los dispositivos electrónicos y sobre todo los smartphones también se pueden ver afectados por el calor o el frío. La temperatura de los móviles es uno de los principales causantes de los problemas, aunque en la mayoría de ocasiones estos pasan desapercibidos, hasta que el terminal se rompe por completo.
Existen muchos consejos y prevenciones que nos harán conseguir que el móvil no se estropee antes de lo debido por bajas o altas temperaturas. Así haremos que el terminal dure mucho más con nosotros y no nos pase factura un día en la playa o un día en la nieve.
Los problemas que generan las temperaturas en el móvil
Del mismo modo que un chapuzón con el móvil puede hacer que se este se rompa, los daños que terminen afectando al móvil por las bajas o altas temperaturas son varios. No todos ellos se producen del mismo modo, sino que pueden variar en función de los materiales del terminal la capacidad de resistir las temperaturas y el propio calor que desprende el terminal a través de la batería o del procesador.
La batería es uno de esos grandes enemigos de la temperatura, lo que puede terminar en una degradación de las celdas del terminal. Esto provocará que si al empezar a usar el smartphone nos duraba hasta 7 horas con la pantalla encendida, tras verse afectado por la temperatura, pasará a disponer de 6, 5, 4 y cada vez menos autonomía.
Otro de los graves problemas que afectan al móvil con la temperatura tiene que ver con el procesador, el chip encargado de conseguir mover todo en nuestro smartphone y por el cual pasan todos las peticiones que realizamos. Con el calor, este apartado se puede llegar a sobrecalentar y sufrir graves problemas que acaban afectando a su rendimiento, haciéndolo cada vez más lento y pesado. Por otro lado el frío puede provocar efectos adversos muy similares.
En torno a las memorias, los efectos negativos también aparecen pero en esta ocasión sobre todo con el calor, puesto que el frío en cierto modo viene bien a su conservación. Además, otros elementos externos como la pantalla, los altavoces o los propios conectores también se degradaran si les hacemos sufrir de valores extremos de temperatura.
Así conseguirás que el móvil no se caliente demasiado
Con la intención de anticiparnos a los problemas por altas temperaturas en los móviles, tenemos muchas opciones a las que acogernos y prevenciones que tomar. Con cualquiera de ellas marcaremos un antes y un después en el teléfono, pero si usamos varias de ellas, lo notaremos aún más.
El brillo del móvil marca la temperatura
Aunque puede parecer algo insignificante, el brillo con el que cuenta la pantalla de nuestro móvil puede variar hasta en 4 grados de media la temperatura del terminal. Esto se puede agravar más aún si la situación ante el calor no acompaña. Por ello, siempre es conveniente no exceder el brillo al máximo sin ser estrictamente necesario.
No usar demasiadas apps a la vez y exigentes
Los smartphones cada vez tienen una mayor memoria RAM, si tratamos de usar muchas de ellas a la vez, estaremos provocando que el terminal tenga que soportar todas en un mismo tiempo y por lo tanto no será capaz de administrarlo de la mejor manera. Para ello debemos ser conscientes de que las apps más complejas de edición o por ejemplo los juegos pueden calentar mucho el terminal.
Ten cuidado a donde lo llevas
Evidentemente el lugar donde se encuentre el móvil será muy importante y por lo tanto si llevamos el móvil a la playa o la piscina en agosto, tendremos que tener en el punto de mira su temperatura. En este caso lo mejor será recurrir a envolverlo en prendas de ropa clara, evitando que los rayos del sol inciden sobre el mismo y por supuesto colocarlo bajo la sombra.
No usar el móvil mientras carga
Una de las mejores maneras de prevenir altas temperaturas en el móvil es tratando de no utilizarlo cuando lo estamos cargando. Aunque la disipación del calor cada vez depende más de los propios conectores de carga, el teléfono se puede ver muy afectado al provocar tal esfuerzo en la batería.
Usar una funda de color claro
Del mismo modo que para salvaguardar su temperatura estándar y no exponerlo a calentones hemos recurrido a ropa de color claro, también es una recomendación a seguir la idea de usar fundas de tonos claros. Con esto conseguimos que el sol no sea absorbido por la funda y por lo tanto nuestro móvil se caliente hasta alcanzar límites peligrosos.
Evita las apps «extrañas»
Otro de los puntos que puede hacer que el móvil aumente su temperatura son las apps no optimizadas. Dentro de Google Play o de la App Store, las aplicaciones pasan por unos estándares de seguridad y protección, pero esto no ocurre cuando nos descargamos las mismas desde fuentes externas o desconocidas. Estas podrían hacer que el teléfono se vea afectado por graves fallos.
Evita que el frío dañe tu móvil
Del mismo modo que hemos puesto el punto de mira en conseguir alejar el teléfono de las altas temperaturas, vamos a hacer lo propio con el frío. También existen métodos de prevención del frío, con los que conseguir que el terminal no sufra los temidos problemas de las temperaturas mínimas.
Usar fundas gruesas o con pelo y tapa
Aunque puede parecer una solución menor, quizás es la que más va a beneficiar al dispositivo y conseguir que las temperaturas bajo cero no afecten el móvil negativamente. Existen muchos estilos de funda, pero en esta ocasión y para prevenir el frío tenemos que fijarnos en aquellas que aunque más estrafalarias tienen pelo o algún tipo de material menos frío que el metal. Si no quieres nada de esto, al menos las fundas de gel deberían ser gruesas.
Llevarlo pegado al cuerpo
Al igual que cuando tenemos frío un abrazo nos lo puede calmar, el móvil también se protege del frío con la temperatura corporal. Por ello, siempre que puedas guarda tu móvil en el bolsillo más cercano a la piel e incluso agárralo dentro del bolsillo con la mano. De este modo, aunque estemos en pleno invierno, el móvil no notará los peligrosos y bruscos cambios de temperatura.
No dejarlo apagado a bajas temperaturas
Del mismo modo que nuestro móvil se calienta por usarlo demasiado, también se puede enfriar en exceso si la temperatura ambiental es mínima y este se encuentra apagado o inactivo. Por ello, enciéndelo de vez en cuando lo estaremos calentándolo y dándole uso haremos que sus componentes no se degraden por sí solos.
Siempre que puedas, evita exponer el móvil al frío
La mejor prevención sin duda alguna es la que nos hace dejar el móvil lejos de las bajas temperaturas. Eso nos hará dejar siempre que podamos el móvil en casa a buen resguardo, pero sobre todo este consejo será útil para trabajos donde el frío es clave y podemos seguir comunicados al ir con más gente a nuestro alrededor.