La evolución en las cámaras de los móviles ha llegado más lejos de lo que nos podíamos imaginar hace algunos años. Anteriormente los resultados no eran para nada esperanzadores, pero hoy en día la nitidez de las imágenes se puede comparar con lo que ofrecen las cámaras si lo usamos correctamente. Una de las claves primordiales para hacer buenas fotos es el control del enfoque.
Si en tu caso no sueles conseguir buenas imágenes, te vamos a dar las claves para controlarlo desde tu teléfono. Aunque este aspecto no solamente es relevante para las fotos, pues en los vídeos también es importante para conseguir transmitir exactamente lo que queremos y necesitamos. Coge papel y boli, pero sobre todo pon en práctica y prueba junto a otros todo lo que te explicamos.
El enfoque automático se encarga
Para que no tengamos que preocuparnos por nada, los smartphones de la gama baja y hasta la gama alta cuentan con tecnologías basados en la inteligencia artificial ayudada por un láser en algunos casos. Esto lo que nos permite es olvidarnos por completo de tener que enfocar y nos ahorra unos preciosos segundos que de otra manera tendremos que dedicar a este laborioso trabajo.
Para hacerlo realidad, podemos dividir esta tecnología en tres apartados en función con las siguientes metodologías:
- PDAF: los teléfonos inteligentes que usan este método se basan en fondo y primera persona, haciendo una alienación artificial de la lente con tal de conseguir la máxima nitidez.
- CDAF: un sistema básico, pero efectivo que utiliza y reconoce la imagen a través de las formas sin colores. De esta manera prueba hasta encontrar el enfoque correcto en cada situación.
- Laser Auto-Focus: el método más completo y avanzado, dado que a través de una señal láser permite al móvil conocer el punto del receptor, puede conseguir la máxima velocidad de enfoque. Ese sistema sin embargo, también se ayuda del enfoque PDAF para el resto de la composición.
En las situaciones donde la luz es mínima la cosa se puede complicar, sobre todo si no tenemos el láser como apoyo el cual no requiere de ningún tipo de luz. En esos casos la inteligencia artificial encargada no es capaz de reconocer bien el borde de los objetos y puede estar en constante cambio sin dejarnos tomar imágenes correctamente.
Toma el control manual
Para todas esas ocasiones donde tenemos claro lo que queremos fotografiar o incluso con tal de conseguir el resultado deseado, podemos ponernos manos a la obra y enfocar con ayuda de nuestra mano un punto concreto. Esto es posible en cualquier terminal, con solo tocar en la zona de la pantalla que queremos mantener con la mejor nitidez posible.
Esto además se puede bloquear, para que aunque movamos el móvil y la imagen cambie, el enfoque siga constante. Para conseguir esto, tenemos que mantener el dedo pulsado durante unos segundos y un mensaje nos avisará después de que se haya bloqueado. En caso de que no funcione, en otros modelos lo que hay que hacer es tocar sobre el pequeño cerrojo que aparece al tocar manualmente en la pantalla se mostrará Modos AF / AE bloqueados, lo que hace desactiva el modo automático.
Imposible en gran angular
Aunque el terminal requiere de enfoque también en el modo gran angular, este no se puede adaptar tanto como sí ocurre con la lente principal. En este caso, se preocupa por corregir la deformación de la lente y conseguir la mejor nitidez en todo el espacio. Por eso, aunque tratemos de situar un objeto justo delante no se va a preocupar por este de forma automática e incluso en modo manual. La cámara en este caso no está pensada para cumplir con nuestra intención.
Necesario en modo macro
Todo lo contrario que hemos visto en el ultra gran angular, sucede con la cámara macro. Tanto si tiene una lente propia como si le da vida mediante software, requiere de un enfoque muy preciso. Para ello se apoyará en los mecanismos que hemos visto y nosotros manualmente también lo podemos conseguir. En este caso la nitidez es clave, pues sin ella el objeto no mostrará su textura o matices que solo conseguimos acercándonos mucho.
En la distancia
Donde menos cambios hay con respecto a la lente principal es cuando apuntamos en la distancia. Aquí la cámara puede tomar como punto relevante o nosotros podemos decidir por ella en cualquier área. Sin embargo, en las largas distancias solo el láser es capaz de conseguir un resultado capacitado para sorprendernos, el resto de opciones sufren problemas dado que la nitidez se pierde poco a poco.
Nivel experto
Para conseguir hacer lo que realmente necesitamos, no solamente podemos apoyarnos de nuestro dedo, sino que usando el modo profesional de los móviles, tenemos la capacidad de elegir dónde queremos enfocar y que esto no cambie. Una opción especialmente útil para cuando hacemos fotografía creativa y donde trabajamos con un trípode.
Ideal para hacer light painting, escenas en una posición conocida o cuando buscamos un resultado concreto. Sin embargo no para otras situaciones porque al cambiar de posición el objeto principal la imagen no saldrá siempre perfecta. Para cambiarlo, tenemos que tocar en la opción AF y movemos de izquierda a derecha la posición para pasar de un punto de enfoque más cercano al infinito.
Acaba con los problemas
Usando unos métodos u otros, nos podemos topar con dificultades que nos impiden sacar provecho de todas las posibilidades conocidas. Para ello muchas veces solo tenemos que usar el sentido común y conseguiremos en cuestión de segundos que el resultado sea el que queremos e imaginamos.
La lente está sucia
El principal motivo para que ningún tipo de opción para encontrar el mejor resultado funcione correctamente está en la suciedad. Con una lente que no es capaz de percibir bien la realidad, no habrá manera de enfocar dado que no puede distinguir objetos y elementos que le sirven de apoyo. Ante esto, solamente tenemos que pasarle un pequeño paño de microfibra o rápidamente en una situación puntual ayudarnos de una camiseta suave para retirar los restos de suciedad que estropean el resultado.
Mueve tú
Tanto si usamos la lente principal como si lo hacemos con la macro, muchas veces no conseguimos la nitidez deseada por unos milímetros. Con un pequeño movimiento de nuestras manos o de nuestro cuerpo, hacemos que la cámara pueda reconocer el área y deje de bailar con el punto de atención.
No funciona
Los errores de software también aparecen en este caso, aunque pro suerte con solamente cerrar la app de cámara y volverla a abrir, muchas veces se resuelve.