Los defensores de Apple y de los móviles Android tienen sus propios argumentos para defender a cada sistema operativo, pero en esta ocasión nos centramos en esos elementos en los que Apple sale victorioso. Unos puntos a favor que le hacen desde hace años, tener un valor adicional y ante los que los fabricantes que compiten con la empresa, tengan poco que hacer.
Si eres de los que está valorando pasarse de un iPhone a otro smartphone Android, estos pueden ser los motivos que te hagan seguir quedándote con tu teléfono o si cambias, que sea de nuevo para mantenerte en iOS. Aunque quizás, te interese conocer que cada vez hay menos diferencia entre unos teléfonos y otros, dado que la marca de la manzana mordida se ha quedado algo dormida en los laureles.
Un software que vale millones
No podemos negar que iOS y todo el ecosistema que engloba a los iPhone va un paso por delante de la competencia. La Integración es total y facilitan mucho las tareas que llevamos a cabo. De esta manera, la firma de Estados Unidos nos demuestra que hacer las cosas bien no tiene por qué ir acompañado de más hardware, sino de investigación, pruebas y finalmente, se consiguen los resultados.
La estabilidad del sistema permite que estemos casi siempre contentos, puesto que es muy difícil encontrarle fallos. En cambio, los móviles Android siguen siendo partícipes de situaciones indeseadas, ya sean causadas por el sistema o por las capas de personalización. El rendimiento de los iPhone no está sobrevalorado, es realmente sorprendente y eso lo podemos ver en los consumos de energía, donde a pesar de tener pequeñas baterías, pueden llegar a ser sorprendentemente óptimas y todo eso depende del software. Unas ventajas de optimización que llegan hasta las propias aplicaciones, donde incluso Instagram o Twitter nos demuestran un rendimiento mejor en los iPhone.
El propio uso de los iPhone es una ventaja añadida para los usuarios avanzados y no tan expertos. Rápidamente nos adaptamos a utilizarlo y sacamos partido a todo lo que está integrado en el sistema, como la tienda, el asistente de voz Siri o las apps que añaden mucho valor. Todo está interconectado y hace que sea muy sencillo sacarle partido. Sin pasar por alto la seguridad, donde, aunque estamos más limitados a la hora de instalar apps y extras, si es cierto que se vive más tranquilo.
Finalmente tenemos que mencionar con la boca algo más pequeña, las actualizaciones del sistema. Samsung y otras marcas se han puesto al día y ya no están tan lejos de lo que ofrece Apple, con hasta 5 o 6 años de actualizaciones de sus modelos. Lo que hasta ahora era un valor añadido para que estos terminales no perdieran valor de una manera tan brusca.
Sus cámaras, las grandes estrellas
Desde hace años llevan brillando en el firmamento como la crème de la crème y a pesar de la evolución en los móviles Android, hay algo que otras marcas no terminan de conseguir. Esto queda ligado a la inteligencia artificial, el procesamiento de las fotos y el largo recorrido que Apple lleva a sus espaldas, tratando de hacer milagros con pequeños sensores, para estar a la altura.
En los móviles Android tenemos sensores de 108 Mpx, teleobjetivos increíbles y estabilizadores que le dan mil vueltas a lo que un iPhone puede ofrecer, sin embargo, siguen estando en el top. Están desarrolladas para ser versátiles y perfectas, darnos dentro de sus posibilidades lo mejor y que solo tengamos que preocuparnos por sacar el teléfono del bolsillo y hacer la foto. En Android se trata de hacer lo mismo, pero el resultado no es tan sorprendente siempre.
Aquí también entra en juego el software mencionado anteriormente y es que la gran mayoría de usuarios quieren hacer fotos o grabar vídeos (tema aparte) para publicarlo en redes sociales. Ahí es donde de nuevo los iPhone tiene un gran punto a favor, dado que la calidad no se ve reducida al publicarlo en la red, como ocurre en otros teléfonos Android. Su compresión no es pésima y eso hace que quienes viven por y para las redes sociales, no tengan duda alguna.
Cuando hablamos de vídeo la cosa deja más dudas. El modo cinematográfico de los iPhone 13 apostaba por ser sorprendente, pero en realidad no ha brillado tanto. Pocos le dan utilidad y se ha convertido en una herramienta poco útil. Esto nos demuestra que la marca se ha quedado algo limitada, viendo como Samsung, Xiaomi, OPPO y otras firmas se han convertido en la mejor cámara de vídeo posible. Una bonita disputa que no termina aquí y para la que aún quedan muchos asaltos por delante.