Si acabas de poner a cargar tu móvil por primera vez y te das cuenta de que la carga rápida no funciona o ya llevas haciéndolo un tiempo y ahora no lo hace a toda velocidad, hay varias razones por las que puede suceder. En muchas ocasiones, el culpable es quien menos te lo imaginas.
Por eso, vamos a comentarte algunas de las principales razones por las que puedes estar intentando cargar tu móvil y este va muy lento o mucho menos rápido de lo que debería. No se trata de los culpables habituales, sino de otros, como el cable o la funda. Te explicamos por qué.
Reiniciar el teléfono y volver a intentarlo
Antes de pasar a probar otras soluciones, hay que tener en cuenta que puede que se trate de un problema puntual o temporal que se solucione simplemente reiniciando el teléfono y volviendo a conectarlo al cargador.
A veces, un simple reinicio puede arreglar muchos problemas, ya que se borra la memoria caché, se cierran las aplicaciones en segundo plano y se restablece el sistema, permitiendo que funciones, como en este caso la carga rápida, vuelvan a funcionar sin problemas.
El cable no es compatible
En muchas ocasiones, el problema se encuentra en un cable no compatible o que no funciona bajo el sistema de carga rápida, o incluso que haciéndolo su potencia es inferior que la que permite tu móvil. Si este es el que te venía con el móvil no vas a tener dificultades, a menos que se haya roto o deteriorado y sea eso lo que sucede, pero si estás usando un cable distinto puede que se deba a ello.
Tienes que comprobar que el cable que estás usando es compatible con la carga rápida de tu móvil. No todos los cables admiten la misma potencia, por lo que lo mejor si no lo tienes, es comprar un cargador y cable original para tu teléfono que te permitirán disfrutar al máximo de la carga rápida de este. Si lo tienes, revisa que estás utilizando este y no otro que tengas por casa o de otra persona.
También debes tener en cuenta que la carga rápida depende del modelo de móvil que tengas, ya que no es lo mismo uno que tenga carga rápida de 33W que uno de 120W, evidentemente este último estará totalmente disponible en menos tiempo. Por eso, si cambias a un móvil con uno menos capacitado, vas a notar la diferencia, pero eso no quiere decir que no funcione, sino que tarda algo más.
Echa un vistazo, pues podría darse el caso de que el conector del cable esté sucio o se encuentre en mal estado, al igual que debes hacer esta comprobación con el cable, y que el sitio donde lo estás cargando permite este tipo de ventajas.
Si el puerto USB del teléfono esté sucio o lleno de polvo o pelusas, se puede llegar a impedir que el cable se conecte correctamente al teléfono y que se transmita la corriente adecuada. Para solucionarlo, puedes usar un cepillo suave, un bastoncillo de algodón o una lata de aire comprimido para limpiar el puerto con cuidado, sin dañar los contactos internos.
Además, ten en cuenta de que si quieres usar la tecnología de carga rápida mediante un cargador inalámbrico, no será tan rápido que directamente con el adaptador que enchufa el smartphone a la corriente.
La funda es la culpable
En muchas ocasiones, el motivo de que la carga rápida del móvil no funciona se encuentra en la funda, no porque esta sea de mala calidad o porque no sea compatible, sino que en muchas ocasiones la funda te puede molestar a la hora de hacer bien la conexión.
Puede que también se deba a que esta no se ajuste perfectamente al móvil o que sea de tan mala calidad que te moleste, aunque es posible que incluso siendo original y buena interfiera en la carga.
Por eso, si conectar tu móvil y te encuentras con que la carga rápida no funciona, es posible que el problema se encuentre en la funda. Prueba a quitarla e inténtalo de nuevo. Si ves que ya va, solo se debía a eso. Esto no quiere decir que tengas que cambiarla, sino simplemente que es mejor que la quites durante la carga.
Para ello, has de hacerlo en un lugar seguro para evitar posibles caídas, como encima de la mesita de noche, la mesa o en una superficie estable.
Cuidado con el calor
No son pocas las ocasiones en las que cuando llegan épocas de calor, como es el caso del verano, nos encontramos con que los móviles sufren demasiado y se sobrecalientan, lo que acaba resolviéndose en fallos de funcionamiento en nuestro móvil. Por supuesto, esto va a hacer mella en la batería y sobre todo en la forma en la que va a cargar nuestro móvil.
Esto se debe a que hay ciertos aspectos de nuestro móvil que al momento de estar cargando, se bloquean y esto es lo que ocurre con la carga del móvil. Cuando el móvil se calienta demasiado, para que el mismo no lo sigue haciendo, la mayoría de los móviles se bloquean para que no siga así; de manera que la carga se paraliza y eso es lo que está provocando que no veamos como el porcentaje sube, algo que es muy habitual con la carga rápida y el nivel de voltaje que recibe.
Cuando el móvil se calienta demasiado y lo tienes cargado, lo mejor que puedes hacer es quitar el móvil de la carga y tras ello, llevar el móvil a un sitio seco en el que no tenga contacto directo con el calor. Dejar durante un tiempo el móvil en estas condiciones y esperar a que se enfríe y tras ello, volver a cargarlo como habíamos hecho hasta ahora.