Muchos hemos escuchado y leído mucho acerca de los Deepfake, una suerte de suplantación de la identidad que va más allá de clonar una página web, ya que en ella entra en juego la réplica de rasgos biométricos, que una vez suplantados hacen muy difícil la distinción entre lo real y el fake. Una arma que sin duda será devastadora en el futuro.

Si con el phishing son miles las personas que pican el anzuelo y terminan cargando malware en su ordenador, con la Deepfake el porcentaje de víctimas podría dispararse en los próximos años. Esta tecnología es capaz de clonar a cualquiera de nosotros con extrema fidelidad, con todo lo que ello puede conllevar, nada bueno desde luego.

La amenazas del Deepfake

Es evidente que una tecnología que pueda suplantarnos con fidelidad podría ser el perfecto vehículo de extorsión para los ciberdelincuentes. A día de hoy lo único que nos salva es que la destreza de los hackers para crear Deepfake convincentes es bastante limitada, lo que sin duda reduce y mucho las posibilidades de ser engañados por una de estas campañas. Pero como es lógico, el tiempo ira puliendo estas técnicas y el acceso de ciberdelincuentes cada vez más preparados a ellas.

DeepfakeSegún Europol, se espera que esta tecnología «evolucione en paralelo con las tecnologías actuales automatizando delitos como la piratería y el aprendizaje automático adversarial» El estudio de los Deepfakes ya contempla cuatro tipos bien diferenciados de estos, como los de carácter social, dirigido a alterar la estabilidad política, el legal, para falsificar pruebas electrónicas, el personal, que abarca pornografía generada a partir de esta tecnología y la más tradicional, que utilizará estos métodos para robar datos y fondos de los dispositivos de las víctimas.

Deepfake

Podremos encontrarnos con situaciones nunca antes vistas, como la falsificación de fotos en documentos oficiales con imágenes obtenidas de una Deepfake y por supuesto cada vez será mayor el número de vídeos sexuales o de situaciones embarazosas en los que se implican a inocentes suplantando su identidad.

Cómo detectarlo

Hace unas semanas aparecía un vídeo que suplantaba al presidente ucraniano Zelensky transmitiendo un mensaje de lo más contradictorio y contrario a sus intereses. Pero rápidamente todos pudimos comprobar que era una Deepfake por lo mal que se había realizado el clonado de su identidad. Este es un caso extremo, en el que es fácil darse cuenta de que se trata de una cabeza clonada en el cuerpo de otra persona.

Pero en el futuro no siempre será así, de hecho ya hay algunas reproducciones de Deepfake que son imposibles de apreciar por el ojo humano. En el futuro se podría recurrir a diferentes aspectos para reconocer una Deepfake, como por ejemplo señales biológicas basadas en imperfecciones en el tono de la piel, por ejemplo el que genera el propio flujo de nuestra sangre y otrs aspectos más complejos que nos demostrarán que estamos ante una suplantación de identidad.

Aunque no siempre contaremos con las herramientas ni los conocimientos concretos para poder detectarlo. Llegará a ser tan perfecto que los controles existentes hoy en día no servirán para poder detectar estas Deepfake. Según Europol, una buena forma de poder evitarlo en el futuro sería «requerir actos complicados aleatorios que se realicen en vivo frente a la cámara, como por ejemplo, mover las manos a través de la cara». Esto es algo que al menos a día de hoy, sería imposible de hacer con estas tecnologías de suplantación.