El robo de los datos de nuestros teléfonos puede ser algo extremadamente valioso para los hackers, que buscan e idean mil formas de poder hacerse con ellos de la manera más rápida y directa, y sobre todo aquella que evita que nos enteremos tan siquiera de que nos están atacando. Eso es lo que ocurre con el Bluesnarfing, un método cada vez más extendido para engañarnos.

Y es que este método utiliza la conexión Bluetooth de los teléfonos para poder acceder a ellos y hacerse con los datos de las víctimas. Toda aquella conexión externa del terminal supone un riesgo en este sentido, y desde luego la conectividad Bluetooth no es la excepción.

¿Cómo actúa el Bluesnarfing?

Pues bien, no se trata de una técnica nueva ni mucho menos, pero no está de más recordarla, ya que las conexiones Bluetooth son prácticamente generalizadas en todos los teléfonos inteligentes, y por tanto son una vía de acceso a estos muy numerosa y al alcance de gran parte de los hackers. La composición de la palabra ya nos dice de alguna manera en qué consiste este robo de datos, y es que «blue» hace referencia a la conectividad Bluetooth de nuestro móvil, mientras que «snarfing» lo hace a la acción de copiar nuestros datos a través de esta conexión de nuestro smartphone.

Bluetooth 5.3

Esta es una técnica que debe hacer uso de las peculiaridades del Bluetooth, como es un rango de conexión muy reducido, por lo que quien nos ataque mediante este método deberá estar cerca de nosotros, al menos a 10 metros. Más lejos es difícil que puedan mantener contacto con nosotros. El requisito indispensable es que el Bluetooth de la víctima esté activado en el terminal, si se cumplen estos dos requisitos, proximidad y conectividad accesible, entonces tenemos todos los ingredientes para ser víctimas.

Básicamente este método busca alguna grieta en nuestra conectividad Bluetooth, con la que sea posible acceder a nuestro teléfono, y por tanto a los datos almacenados en él. Con una conexión activa, podrían extraer datos del teléfono, o incluso inyectar algún dato o app que pueda quedar instalada en el teléfono, y posteriormente sirva para poder tomar el control del teléfono de alguna manera. A veces incluso se podría llegar a controlar nuestro móvil de tal manera que desde este se podría atacar a otros dentro de su radio de acción de la conectividad Bluetooth.

El sentido común, la mejor forma de protegerse

La realidad es que las conexiones Bluetooth han sido diseñadas para poder acceder rápidamente a un dispositivo y entablar conexión con él. Por eso a veces los hackers se aprovechan de esa proximidad para conectar con nosotros. Por eso para evitar estas situaciones deberíamos evitar conexiones Bluetooth que no deseamos, vamos, que no aceptemos ninguna de la que no tengamos conozcamos el receptor.

Bluetooth del móvil

También se puede optar por apagar la conectividad Bluetooth, ya que es la mejor forma de protegerse, aunque entendemos que en ciertas situaciones puede no tener sentido. Quizás sería mejor hacer esto cuando nos encontremos en entornos con mucha gente a nuestro alrededor y con poca distancia, como el transporte público o un concierto, por poner unos ejemplos. Deberíamos mantener siempre actualizados nuestros teléfonos, para evitar que cualquier tipo de vulnerabilidad pueda ser explotada por los hackers.

Un teléfono sin actualizar es mucho más vulnerable a todo este tipo de prácticas de los ciberdelincuentes, que saben perfectamente sus puntos débiles. No está de más limpiar la lista de dispositivos Bluetooth de nuestro móvil, y eliminar aquellos que no son familiares. Por último, una de las mejores maneras de evitar estos problemas es usando un antivirus, así evitamos que en caso de haber sido inyectados con malware, este pase desapercibido.