Aunque en sus tiempos era considerado un añadido reservado a los terminales más avanzados, ya no se concibe el lanzamiento de un smartphone, sin que sus cámaras vayan acompañadas de flash. Además de para servir de soporte cuando las condiciones de luz no son las adecuadas, la función de linterna es usada a diario por millones de usuarios. Pero por desgracia, el flash puede llegar a no estar disponible en el momento en que más lo necesitamos, debido a un bajo nivel de batería. ¿Por qué ocurre esto?
Al margen de sacar una foto con flash, que puede resultar más o menos trascendental, lo cierto es que contar con una linterna puede ser de gran utilidad, e incluso vital para muchos usuarios en algunas circunstancias extremas. Dependiendo de un porcentaje que puede variar según el dispositivo, pero que por lo general se encuentra por debajo del 15%, el flash de muchos móviles dejar de funcionar. Vemos cómo no es posible activarlo al hacer una foto, y tampoco está disponible como opción de linterna.
El motivo real
La causa principal es que los smartphones están diseñados para evitar apagones inesperados. Si la batería no puede proporcionar suficiente batería al procesador, la pantalla y otro hardware activo, puede hacer que este se apague inesperadamente, lo que pudiera causar problemas más graves o la pérdida de datos en el caso de estar en medio de alguna tarea. Estamos por tanto ante una medida de seguridad, donde el sistema decide por nosotros, priorizar cuando existe el riesgo de estos apagones repentinos, algo que puede motivar, entre otros factores, el flash.
Generalmente, esta gestión del rendimiento funciona mediante un chequeo interno del sistema, que combina la temperatura del dispositivo, el estado de carga de la batería y la impedancia de la batería. En ese caso, se limita el rendimiento máximo de algunos componentes del sistema, como la CPU y la GPU, para evitar apagados inesperados y se desactivan funciones de alto gasto energético, como es el caso que nos ocupa.
¿Tiene sentido?
Lo cierto es que desde el punto de vista planteado lo tiene. No obstante, el margen es bastante amplio en muchos casos, como para que el usuario no pueda hacer uso del flash de manera temporal, cuando aún tiene un 15 o un 10% de batería. Repetimos que puede haber circunstancias en las que nuestro móvil puede hacer las veces de “salvavidas” gracias al flash, y donde un apagón inesperado con pérdida de datos sería la menor de nuestras preocupaciones. Sin embargo, el usuario debería tener el poder para decidir en qué quiere gastar hasta el último «miliamperio» de su móvil.
La limitación puede romperse siempre que nos hagamos con alguna Rom especialmente cocinada para nuestro móvil, y que no cuenta con este sistema de protección. También existen aplicaciones milagro o mods para las cámaras de varios dispositivos, que prometen usar el flash hasta el final. No obstante, muchas de ellas contienen malware y tendrán que ser descargadas desde sitios web externos de dudosa confianza.