La Unión Europea se está poniendo firme respecto a la reducción de lo que todos conocemos como obsolescencia programada. Por ello este mismo año, en febrero, comenzó a «pedir» a los fabricantes que los teléfonos móviles, entre otros dispositivos, fueran más fáciles de reparar y que los reemplazos de la batería fueran más sencillos.
A lo largo de 2020 el trabajo en este camino ha seguido con la votación del Parlamento Europeo a favor de las medidas del derecho a reparación de los usuarios de sus equipo electrónicos. Concretamente, lo que exige el gobierno del continente es un «etiquetado obligatorio sobre la durabilidad y reparabilidad de un producto».
Francia no va a tener que obedecer este mandato ya que, antes de la norma entre en vigor, emitirá etiquetas de reparabilidad a partir de enero de 2021 . Estas etiquetas se agregarán a teléfonos, portátiles, lavadoras, televisores y cortadoras de césped a partir del primer día del año que viene.
¿Cómo funciona este índice?
Los puntajes se calificarán de 0 a 10, al igual que vemos con los puntajes de iFixit y se basarán en factores como la facilidad de desmontaje, el acceso a la información de reparación y el precio / disponibilidad de las piezas de repuesto.
El objetivo que se esconde detrás de esta puntuación y la etiqueta de reparabilidad es triple. Primero se pretende proporcionar a los usuarios información útil, mientras que el segundo objetivo es motivar a los fabricantes para que obtengan la mejor puntuación y, por lo tanto, hagan que los móviles sean más fáciles de reparar. El objetivo final es, por supuesto, alargar la vida útil de los productos electrónicos pues si podemos cambiar nosotros mismos la batería de un teléfono, seguro que aguantamos con él mucho más.
Esto, al mismo tiempo, es una buena medida para el medio ambiente, algo en que los gobiernos y fabricantes cada vez están más conciencias.
¿Y en España?
Francia no es la única nación de la UE que está tomando estas medidas para animar a los fabricantes a garantizar un alto índice de reparabilidad en sus productos. Austria, por su parte, está reduciendo los impuestos sobre las reparaciones de reparaciones de electrodomésticos grandes y pequeños, que cubren hasta el 50% del coste de reparación (hasta 100 €) en algunos estados.
Ahora mismo no hay datos de si la UE va a ofrecer al resto de países miembros a que se ofrezcan puntajes y etiquetas de reparabilidad, pero la moción abre la puerta a que los gobiernos de todos los países europeos, como España, así lo hagan. Y si te toca llevar el móvil a reparar, no olvides tener en cuenta estas cosas.