La guerra comercial que mantienen EE.UU y China desde hace casi un año va más allá de una disputa sobre aranceles, la escusa esgrimida por ambos gobiernos a la hora de realizar declaraciones sobre la situación del mercado internacional. La realidad es que China y Estados Unidos están compitiendo por el dominio global de las tecnologías del futuro que pasan por la inteligencia artificial, la robótica y, sobre todo, las redes de telefonía móvil 5G de alta velocidad.
El presidente chino, Xi Jinping, quiere que Beijing sea un líder mundial en este sector, siendo plenamente consciente de que la tecnología le ayudará a impulsar la economía de su país y mejorando su percepción de cara a la comunidad internacional. Pero el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no lo ve de la misma forma y asegura que China busca el dominio tecnológico global sin importarle como lo logra.
Un pequeño prólogo
Aunque parezca que la batalla entre potencias mundiales es de lo más reciente, realmente hay que recurrir años atrás pare descubrir como la marca china ya había sido acusada por el gobierno americano de comerciar con países contrarios a EE.UU a pesar de las sanciones comerciales. Entonces WikiLeaks filtraba que el papis norteamericano logró hacker los servidores de Huawei para obtener información sobre el gobierno chino. Tras estas acusaciones en un lado y en otro, la primera gran traba comercial impuesta por Estados Unidos a Huawei fue impedir la venta del Huawei Mate 10 en suelo americano. Un grupo legal afirmaba que el smartphone iba a espiar a ciudadanos, políticos y otro personal clave americano con el fin de suministrar esta información a la administración china.
El principio de la guerra
Con estas posiciones claramente definidas en busca del dominio tecnológico global, la administración Trump fue quien primero «tiró la piedra» en un no tan lejano mes demarco de 2018, al anunciar la intención de imponer aranceles por un valor de más de 50.000 millones de dólares a los productos chinos bajo el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974. Los norteamericanos alegaban que el país oriental arrastra un largo historial de prácticas desleales en el mercado que incluyen el espionaje y el robo de propiedad intelectual. Ante estas graves acusaciones, China respondió imponiendo aranceles a más de 128 productos estadounidenses, siendo las empresas de uno y otro país las principales víctimas de esta batalla entre gobiernos. Además en mayo de este mismo año China inició los procedimientos de solución de controversias de la Organización Mundial de Comercio criticando la actitud de los Estados Unidos.
Problemas legales de Huawei
En 2019 llegó la acusación de la fiscalía estadounidense de fraude bancario, defraudar a Estados Unidos y blanqueo de capitales a Huawei:
Durante más de una década, Huawei empleó una estrategia de mentiras y engaños para dirigir y hacer crecer su negocio. Empresas como Huawei representan una doble amenaza tanto para nuestra seguridad económica como para la seguridad nacional
Huawei emitió de inmediato un comunicado donde negaba estas acusaciones y revelaba que confiaban en que la justicia norteamericana llegara a la misma conclusión.
En cuanto a la acusación de secretos comerciales interpuesta por el Distrito Occidental de Washington, ya fueron objeto de una demanda civil que fue resuelta por las partes después de que un jurado de Seattle no encontrara daños, ni conducta intencionada ni maliciosa. La Compañía niega que ella, su subsidiaria o filial, hayan cometido cualquiera de las infracciones de la ley de EE.UU. expuestas en cada una de las acusaciones, no tiene conocimiento de ningún delito y cree que los tribunales de EE.UU. finalmente llegarán a la misma conclusión».
El golpe de Google
Fue la tarde del 19 de Mayo cuando EE.UU llevó a cabo su jugada maestra y que mayor revuelo internacional ha causado en la industria de la telefonía móvil en los últimos años. Trump ordena de inmediato, mediante una orden ejecutiva, que las empresas norteamericanas dejen de trabajar con equipos de fabricación extranjera, en una alusión directa a Huawei. Son varias las empresas estadounidenses que siguen los deseos de su gobernante, pero quien más daño hace a Huawei, pese a las reticencias, es Google. El gigante de Internet, tras la orden de la administración Trump, anuncia que dejará de proporcionar actualizaciones de su sistema operativo Android para móviles de Huawei, los cuales se quedarán sin soporte de Google tanto para su sistema operativo como para sus aplicaciones y servicios entre los que se encuentran Play Store o Play Services.
La firma china vuelve a lanzar un nuevo comunicado para paliar el miedo de sus clientes asegurando que…
Huawei ha contribuido considerablemente al desarrollo y crecimiento de Android alrededor del mundo. Como partner clave de Android, hemos trabajado conjuntamente con la plataforma de código abierto para desarrollar un ecosistema que ha beneficiado tanto a la industria como a los usuarios. Seguiremos proporcionando actualizaciones de seguridad y servicios postventa a todos los smartphones, tabletas y dispositivos Huawei y Honor, tanto a los que ya se hayan vendido como a los que siguen estando en stock en todo el mundo. Construiremos un ecosistema de software seguro y sostenible, para ofrecer la mejor experiencia a todos los usuarios del mundo.
Tiempo de prórrogas
Precisamente Google fue de las primeras empresas en, pese a obedecerla, criticar esta decisión, alegando que era mucho más seguro que los móviles de Huawei funcionarán con un sistema operativo propio que con un software desarrollado en China. Motivado por esta afirmación o no, la realidad es que Trump acudía un mes después de esta fatídica fecha a la reunión del G20 de Osaka para rebajar la tensión y prorrogar el veto de las empresas americanas a Huawei. El dirigente alegaba entonces que «Enviamos y vendemos a Huawei una enorme cantidad de productos que forman parte de lo que fabrican, y yo he dicho que eso está bien. Seguiremos vendiéndoles estos productos». Desde entonces hemos pasado por dos prórrogas en las que el gobierno americano emitió licencias especiales de 90 días que permitía a Huawei lanzar diferentes teléfonos funcionando con Android de forma normal, al mismo tiempo que sus teléfonos vendidos a lo largo del año recibían las correspondientes actualizaciones de sistema. Cuando el primer período de 90 días expiró, el Departamento de Comercio de Estados Unidos volvió a dar otros tres meses a los proveedores para trabajar con la firma china. Según fueron pasando las semanas, Estados Unidos volvió a su férrea posición frente a China y Huawei. Rob Strayer, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para la política cibernética, afirmaba que «las licencias generales temporales no duran para siempre».
La opción de HarmonyOS
En este periodo de trincheras llegamos a finales de agosto, momento en el que Huawei planta cara a Google y anuncia su primer sistema operativo, HarmonyOS. No obstante la marca declara que no quiere renunciar a Android con este software, sino que este no es mas que una pieza multidispositivo, que puede funcionar en terminales diferentes como una tablet, un coche, una nevera y, efectivamente, también un teléfono móvil. El concepto de esta sistema operativo nace al cobijo del IOT como una forma de interconectar todos los dispositivos inteligentes del hogar. A día de hoy su desarrollo sigue adelante pero poco avanzado y no esperamos ver el primer teléfono funcionando con el propio sistema operativo de Huawei hasta dentro de unos años. En su lugar, La marca china apuesta or Android AOSP para impulsar sus nuevos móviles.
La importancia de los HMS
La respuesta, además de HarmonyOS, a la ausencia de los servicios móviles de Google en los móviles de Huawei (imprescindibles para trabajar con sistemas de pagos, localización, seguridad… que hacen que funciones las apps de Google) ha sido el desarrollo de los servicios móviles de Huawei (HMS). Se trata de un paquete de herramientas listas para que los desarrolladores puedan usarlas de modo similar a como lo hacen con los servicios de Google, otorgando funciones de ubicación, bromearía, localización, etc…
Muchos de los móviles de Huawei lanzados desde el veto de EE.UU cuentan con este sistema que pronto se vería correspondido por las aplicaciones de sistema propias de Huawei que sustituirían a las de Google (Huawei Maps, Huawei Mail, Huawei Pay, etc…)
Llega el Mate 30, primer móvil sin Google Play Services
De esta forma llegamos a los Huawei Mate 30 y Huawei Mate 30 Pro, los primeros smartphones de Huawei que se presentan en el mercado con Android, pero no en la versión que todos conocemos. Las consecuencias de la prohibición estadounidense a sus empresas de trabajar con Huawei se han hecho efectivas en la gama Mate 30. A pesar de lo que se podría pensar en un principio, la prohibición no detiene el uso de Android en Huawei, quien ha optado por instalar la versión Android Open Source Project en su móvil para servir de base a EMUI 10, la capa de personalización de la marca. Muchos fabricantes de teléfonos usan AOSP para crear sus propias versiones del sistema operativo para móviles, como OneUI de Samsung o el propio EMUI de Huawei. Hablamos de un software libre de utilizar por cualquier persona y, por lo tanto, no está afectado por las sanciones de Estados Unidos. Lo que si impiden estas sanciones es la inclusión de los servicios de Google Play en su proyecto de código abierto basado en Android. No tener los servicios de Google Play significa que ni el Mate 30 ni el Mate 30 Pro tienen acceso a Google Play Store ni de otras aplicaciones de Google como Maps, Drive, Docs, etc.
Tampoco los P40
Los Huawei P40 han corrido la misma suerte que la serie Mate 30 lanzada en 2019 y tampoco cuentan con los servicios de Google. Algunos modelos de la marca, para evitar esta situación, han sido lanzados en 2020 con un sistema operativo anticuado como EMUI 9.1 (basado en Android 9) para tener la posibilidad de contar con los GMS
Ampliación hasta mayo de 2021
Justo cuando se cumplía un año del inicio del veto de EE.UU a Huawei, la administración Trump firmaba una orden ejecutiva que alarga la situación un año más.
En lugar de proponerse una nueva prórroga trimestral, el gobierno norteamericano ha decidido otorgar una licencia temporal hasta mayo de 2021 para que ciertas empresas sigan trabajando con Huawei. Sin embargo, lo que podría parecer un alivio para la firma china, es todo lo contrario pues sus móviles siguen sin poder valerse de los servicios de Google durante otros largos 12 meses.
Un futuro lleno de incógnitas
Huawei ya ha hecho lo más complicado, lanzar al mercado su primer móvil sin los servicios de Google. A día de hoy los teléfonos aún n ose han puesto a la venta en nuestro país por lo que no podemos analizar cómo afecta esta prohibición al devenir comercial de los teléfonos pero sí que podemos anticipar que, a menos que la orden ejecutiva de Trump se elimine, los próximos teléfonos de la marca en llegar al mercado lo harán en la misma situación que los actuales topes de gama de la marca. Hoy por hoy los analistas y expertos en la industria económica no apuestan por una solución temprana a esta guerra entre EE.UU y Huawei:
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China no muestra signos de desaceleración a corto plazo.
En estos momentos las ventas de equipos de Huawei han caído entre un 30 y un 40% a nivel global, siendo la marca la principal afectada por esta batalla, al mismo tiempo que EE.UU tiene una cierta dependencia de la tecnología 5G de la firma china. Por este motivo el CEO de Huawei dejaba claro semanas atrás que Huawei no depende de EEUU para el futuro del 5G por lo que ya ha dado comienzo a la producción de estaciones 5G sin componentes de empresas americanas. De hecho la marca ha «tentado» a la industria estadounidense alegando que quiere licenciar su tecnología 5G a una empresa americana.
A fecha de hoy la única certeza es que la venta de productos Huawei, el segundo vendedor de teléfonos inteligentes a nivel global, en Estados Unidos sigue vetada y solo Trump, o el cambio de gobierno que pueda producirse tras las elecciones de noviembre de noviembre de 2020 pueden suponer un respiro para Huawei y, sobre todo, para sus clientes.