Durante el último Mobile World Congress estuvimos repasando las primeras novedades del año, aunque también tuvimos tiempo para echar un vistazo a esas apuestas alternativas más llamativas. Una de ellas vino por parte de Energizer, que mostró un teléfono muy grueso con batería de 18.000 mAh. El teléfono solo se convertiría en una realidad comercial si recibía el suficiente apoyo a través de una campaña de crowdfunding, la cual ha sido un completo desastre.
Por partes: enseñar un prototipo estéticamente nulo y lanzarse al crowdfunding para ponerlo o no en el mercado en función de la recaudación, es algo que nos choca en grandes compañías o que se precian de ser serlo. El Energizer P18K ha estado en Indigogo, buscando un apoyo que debía llegar a 1.2 millones de dólares para transformarse en un teléfono comercial real. A día de hoy, el apoyo ha sido de 11 patrocinadores, que han conseguido recaudar algo más de 13.000 dólares, lo que daría para unas cuantas fundas del dispositivo, si es que las consiguen a buen precio.
Hay alternativas
El diseño del terminal era una completa aberración, ya que su grosor de 18 milímetros lo alejaba a años luz de lo que es un smartphone de 2019. El móvil iba a contar además con nua triple cámara con 12 + 5+ 2 megapixels, un procesador Helio P70 con 6GB de RAM y 128GB de memoria interna. Por si fuera poco, el PVP anunciado de este Energizer P18K, en caso de salir adelante el proyecto, había sido anunciado por aproximadamente 549 euros. Por este precio, hace tiempo que marcas chinas como Oukitel, se han especializado en lanzar smartphones con gran batería y una estética más depurada, a un precio mucho menor.
El terminal llega además en un momento en el que tiene menos sentido plantearse sacrificar de forma tan radical diseño por batería. Ya contamos en el mercado con terminales que aguantan dos días funcionando. El auge en la eficiencia energética de los nuevos procesadores y la gestión inteligente de los sistemas operativos, está haciendo que el miedo a quedarse sin batería antes de terminar el día sea algo del pasado. Quizá un terminal de estas características pudiera haber tenido más probabilidades de éxito hace cinco o seis años.