Hoy en día la IA está tan presente en el mercado de la telefonía móvil como la conectividad LTE. En mayor o menor medida casi todos los smartphones lanzados al mercado en este 2018 han tomado buena nota del camino iniciado por Huawei y han añadido funciones de inteligencia artificial con el fin de ayudar al usuario en el día a día, ya sea ahorrando batería o reconociendo escenas a la hora de hacer fotografías.
Estamos en un punto donde la IA aplicada en nuestros smartphones busca nuevos retos que superar con la finalidad de anticiparse a las necesidades del usuario, algo que ya hemos podido comprobar este año en móviles como el Huawei Mate 20 Pro. Pero para superarse a sí misma la marca necesita de una excelente simbiosis entre software y hardware, algo en lo que ya está trabajando con vistas a obtener resultados a corto (con el Huawei P30 en el horizonte) y largo plazo.
La marca finaliza el 2018 con el Huawei Mate 20 Pro tocando techo gracias al buen desempeño de su procesador Kirin 980 con sus ocho núcleos y tecnología de fabricación de 7 nanómetros donde existen dos chips para trabajar de forma independiente con procesos propios de la IA. Una doble NPU que aumenta exponencialmente las herramientas de IA de anteriores generaciones del teléfono.
«Mira mamá, sin manos»
Cuando hablamos de que en el futuro la inteligencia artificial nos permitirá controlar el smartphone sin tocarlo, lo hacemos partiendo de la base de que, hoy por hoy, ya podemos hacerlo. el ejemplo perfecto lo tenemos en el sistema de reconocimiento facial frontal que se considera 3D y en el que no faltan tanto elementos que miden la profundidad del entorno como la detección por infrarrojos. Esto unido con la IA del Kirin 980 permite acceder al contenido del tope de gama de Huawei sin apenas poner un dedo encima del móvil. Si queremos, podemos hacer uso del lector de huellas integrado en la pan talla del móvil, pero no es necesario para desbloquear el dispositivo.
La clave para controlar el smartphone sin las manos la encontramos en la fusión del hardware de los procesadores de Huawei con el software que controla las funciones de IA y, como elemento indispensable, las cámaras de los dispositivos, cada vez con más sensores capaces de analizar el entorno que los rodea y mandar información al teléfono para que este trabaje sin necesidad de la interacción humana.
Actualmente podemos reconocer objetos y acceder de forma directa a la compra en tiendas online gracias a HiVision, escanear texto, identificar imágenes, adaptar escenas según las estamos fotografiando o transformar imágenes en documentos. El verdadero reto para el futuro es que esta IA sea capaz de ejecutar órdenes sin necesidad de que tengamos que seleccionar unas opciones predefinidas.
El paso del tiempo ha provocado que, para lo que antes se necesitaban varios pasos con pulsaciones en la pantalla (por ejemplo, para cambiar la exposición de una toma o la temperatura de color), ahora simplemente hay que sujetar el terminal en el “peor” de los casos. El avance es evidente y, lo más importante, apasionante.
La voz, clave en el futuro de la IA
Si las cámaras son importantes, no menos sucede con nuestra voz, pues gracias a ella podemos controlas asistentes virtuales como Google Assistant o, por ejemplo, hacer una fotografía en EMUI, sistema operativo de Huawei que organiza todos los elementos que dan forma al Huawei Mate 20 Pro. La combinación de voz, cámara, procesador y tiempo acabaran convirtiendo el uso de nuestros smartphones en algo radicalmente diferente a lo que hoy estamos acostumbrados de igual forma que los topes de gama de Huawei han revolucionado el ya antiguo panorama de la telefonía móvil.