Una vez más, nos hacemos eco de una prueba que mide la resistencia de dos de los teléfonos más potentes de la gama alta. Y son además de los más grandes, y cuanto más tamaño, más pantalla, y peligro de rotura. Hoy nos hacemos eco de esta comparativa de caída del iPhone XS Max vs Samsung Galaxy Note 9.
Hace unos días conocíamos un interesante test de velocidad que ponía frente a frente a los iPhone XS Max y el iPhone X, dos generaciones de iPhone con dos procesadores diferentes y que ofrecen un resultado sorprendente.
iPhone XS Max vs Samsung Galaxy Note 9 frente a varias caídas
Sin duda es la mayor pesadilla de un usuario móvil, que su teléfono se caiga al suelo boca abajo, con toda su pantalla impactando contra el piso. Y eso es lo que se muestra en esta prueba en vídeo, entre otras cosas. Una prueba en la que comenzamos viendo caer a ambos terminales sobre su parte trasera, lo que los lleva al desastre debido a su frágil recubrimiento de cristal. El Note 9 agrieta su cristal en trozos pequeños, mientras que el iPhone XS Max las sufre menos numerosas, pero mucho más grandes en el cristal.
En cuanto a la caída sobre la esquina, ambos teléfonos se portan de manera similar, ya que raspan levemente esta zona del marco de metal, pero apenas se deforma, por lo que resisten muy bien. Lo serio llega en la caída frontal, sobre la pantalla. En una primera caída, el cristal de ambos se rompe, como era de esperar, sufren daños en el cristal, sobre todo en los laterales, aunque las pantallas y su táctil siguen siendo 100% operativos, por lo que en este supuesto, siguen comportándose muy bien.
En la última prueba, la más exigente, ya que se realiza a una altura mucho mayor, vemos las verdaderas diferencias entre ambos terminales. Ya que el Samsung Galaxy Note 9, tras diez caídas, sigue funcionando perfectamente, con todas las áreas de la pantalla respondiendo bien al tacto de los dedos. Mientras que el iPhone XS Max sólo necesita tres caídas para que su pantalla deje de funcionar parcialmente, sobre todo en el lateral izquierdo, donde deja de ser sensible al tacto de los dedos. Esta es una historia que se repite generación tras generación, siendo siempre la pantalla de los Galaxy, incluso con su curva, claramente más resistente a los golpes que la de los iPhone.