Desde el lanzamiento del iPhone 6, a Apple se le ha asociado una actitud conservadora, sin capacidad para innovar respecto a la competencia. El iPhone 8 fue la máxima en este sentido. Sin embargo, el iPhone X lo ha cambiado todo, a pesar de su precio y controvertido volumen de ventas. Este año, con la llegada de los iPhones de 2018, se espera un gran éxito para Apple y la cadena de producción de los componentes para el ensamblaje de los mismos es un nuevo factor que apunta hacia arriba.
A pesar de que Apple ha perdido recientemente el trono como segundo fabricante de smartphones a nivel global, todos los pronósticos adelantan un éxito sin precedentes para la firma de Cupertino gracias al lanzamiento de los nuevos modelos en septiembre, los iPhones de 2018.
Hay puntos que sostienen el contenido de los informes de los analistas, como el cambio de ciclo que se aproxima. Otro de los indicativos nos llega desde la propia cadena de suministro, puesto que los fabricantes de componentes para los nuevos iPhones se preparan para un trimestre económico muy fructífero.
La fabricación del procesador Apple A12, una de las pistas
Taiwán ha sido esta vez el detonante de una ola de noticias con un tema en común, la recuperación de la tendencia alcista de las ventas de los smartphones de Apple de cara al próximo trimestre. Y es que DigiTimes ha hecho de las suyas al publicar una predicción de ventas de los nuevos modelos iPhone. En su línea, el diario digital ha basado los datos de ventas en las predicciones de ingresos de dos de los principales socios de Apple en la fabricación de sus productos.
Nos referimos a Foxconn y TSMC. Sin embargo, el caso del segundo es el más significativo dado que será la firma encargada de fabricar en exclusiva el procesador Apple A12 con un proceso de 7 nanómetros. Un nuevo avance en esta rama del sector tecnológico que dará lugar a chips hasta un 30% más potentes y un 20% más eficientes de los que se beneficiarán las tres versiones del nuevo iPhone.
Con los datos de previsión de ingresos de TSMC -suponemos filtrando el volumen de fabricación del chip Kirin 980 en 7 nanómetros para Huawei- , tomados como referencia, el medio asiático avanza que Apple logrará incluso superar la cota de ventas registrada por el iPhone 6 en 2014, con cerca de 75 millones de unidades en un solo trimestre.
El iPhone de 2018 es el nuevo iPhone 6
Todas las predicciones analíticas y estadísticas lanzadas hasta la fecha son ciertamente alentadoras para los intereses de Apple. Sin embargo, hay otros argumentos para anticipar el resurgir del iPhone.
Ha sido el propio iPhone X el que ha engendrado la semilla de ese éxito. Si bien Apple asignó al dispositivo un precio que el mercado no ha logrado digerir como se esperaba, el concepto de smartphone sin marcos de pantalla, con un display en el que aumenta considerablemente su diagonal, son puntos clave. Una renovación vital dado el diseño frontal de las anteriores generaciones -marcos de pantalla enormes-, sobre todo si valoramos el efecto que ha producido durante el último año sobre el consumidor la rápida adopción de paneles como los Infinity Display o FullView.
La herencia que dejará el iPhone X a los nuevos iPhone de 2018 es uno de los factores decisivos para impulsar sus ventas. ¿Por qué? Principalmente porque el lanzamiento del iPhone X Plus no solo “abaratará” el nuevo iPhone X de 2018, haciéndolo más accesible, sino que el iPhone con pantalla LCD será el modelo que todos los usuarios de Apple -y potenciales compradores- esperaban desde hace años y que definitivamente comprarán, ansiosos de novedades sin la obligada necesidad de pagar una factura con más de tres dígitos.
El iPhone 9 será la piedra angular
Está claro que el diseño del iPhone 9 -en alusión al iPhone con pantalla LCD de 6.1 pulgadas– junto a su precio y la introducción del sistema de reconocimiento facial 3D, Face ID, se convertirán en el refresco accesible a toda la base de clientes de Apple que esperaban inteligentemente el momento de renovar sus iPhones.
E insistimos en el diseño de los nuevos iPhones de 2018 como punto de referencia puesto que no tenemos más que echar un vistazo al mercado de smartphones Android. Son “unas pocas” las firmas que han recurrido al trabajo de Jony Ive al copiar parcial o literalmente el diseño del iPhone X. El último caso es el del Motorola Moto P30, aunque el Xiaomi Mi 8 le sigue de cerca con una extensa retahíla de modelos con pretensiones similares.
Un ejemplo éste de que el diseño del iPhone X ha hecho magia. Una magia que dentro de uno o dos meses estará al alcance de una potente base de clientes de Apple ansiosa de disfrutar del efecto de atracción de la silueta del iPhone X, sin salir del ecosistema iOS y, más importante aún; sin perder un ojo de la cara.