Si ayer os hablábamos de las nuevas medidas impuestas en iOS 11.4 para dificultar el acceso a un iPhone, hoy nos encontramos con otra noticia relacionada con la seguridad. Al parecer, desde Apple han decidido tomarse muy en serio su política de privacidad, eliminando para ello muchas apps para iPhone, que están volando de la App Store.
La venta de datos de ubicación es la clave detrás de estas medidas, y como es lógico, los desarrolladores no han recibido con buenos ojos la medida, ya que aunque han sido avisados, no han tenido margen de actuación antes de que la app en cuestión fuera eliminada.
Apple eliminará las apps para iPhone que compartan nuestra ubicación
Aunque la política de Apple no es nueva, parece ser que no ha sido hasta ahora que los de Cupertino han decidido ponerla en marcha, y aunque el que avisa no es traidor, la medida ha sorprendido a cientos de desarrolladores.
Las infracciones son relativas a las secciones 5.1.1 y 5.1.2 de las directrices que regulan la tienda de aplicaciones de la compañía, las cuales dicen que » las aplicaciones no deben transmitir datos de ubicación del usuario a terceros sin el consentimiento explícito del usuario [o] para fines no aprobados«.
Las apps para iPhone afectadas serían aquellas que tras ser evaluadas no informaban a los usuarios de forma clara acerca del uso que se le daba a sus datos de ubicación después de haber sido recopilados.
Cabe preguntarse por qué ahora y no antes, Apple ha decidido aplicar mano dura, y la respuesta podría encontrarse en el Reglamento General de Protección de Datos, que entra en vigor el próximo 25 de mayo en Europa, y que, de no cumplir, podría derivar en importantes sanciones para la compañía de la manzana mordida.
Y es que este reglamento establece que » las compañías de tecnología necesitarán obtener el consentimiento explícito e informado de una persona de la que están recopilando datos personales«. Por lo tanto, cuando esta nueva política entre en vigor, las apps para iPhone deberán informar al usuario con mayor claridad y frecuencia sobre los datos de localización que se recogen y el uso que se les da a los mismos, obteniendo claro está, el consentimiento de dichos usuarios en todo momento.
Como requisito adicional, Apple exige que dicha recogida de datos tenga como finalidad mejorar la funcionalidad o la experiencia de usuario de la aplicación, por lo que cualquier otra finalidad distinta a lo anterior, se considerará ilegal aunque el usuario diera su consentimiento.
Cabe decir que esta medida no es definitiva, y es que en los avisos enviados por Apple, se informa a los desarrolladores que podrán volver a tener disponibles sus aplicaciones en cuanto eliminen cualquier código, framework o SDK relacionados con la distribución de datos de ubicación, tras lo cual, y pasando por una nueva revisión, la app en cuestión volvería a estar disponible en la tienda.