Hoy ha sido el día escogido por Google para lanzar la primera versión de pruebas de Android P, la próxima gran actualización de la plataforma de software de Google. Este movimiento permite instalar la novísima versión de Android en los Google Pixel y Google Pixel 2. Sí, como puedes comprobar, la gran G ha decidido que ha llegado el final para los Nexus 6P y Nexus 5X, los cuales no recibirán el firmware, salvo sorpresa de última hora.
La compra de los smartphones de Google ofrece un plus respecto a la competencia. Ese no es otro que la rápida disponibilidad de actualizaciones. Mientras que la actualización del resto de modelos del mercado –salvo los recientes Android One– está supeditada al trabajo de adaptación del firmware de los propios fabricantes, hasta ahora los Nexus gozaban del soporte de software de Google. Esa etapa ha llegado a su fin con el aterrizaje de Android P.
No habrá Android P para los Nexus
Los Nexus 5X y Nexus 6P se quedan sin Android P. Al menos de forma oficial, hasta que los desarrolladores involucrados en la Scene Android compilen un firmware adaptado, que muy seguramente no tardará en llegar.
Sin embargo, una de las ventajas de estos smartphones ya ha finalizado. Lo cierto es que no supone una sorpresa puesto que entre las políticas de la propia Google figuraba su compromiso de actualizar con nuevas versiones de software estos Nexus durante un periodo de tiempo de dos años desde el inicio de su comercialización.
Si tenemos en cuenta que la cuenta atrás se inició durante el cuarto trimestre de 2015, eso quiere decir que Android 8.0 Oreo habría sido la última gran actualización que deberían recibir. Sin embargo, Android 8.1 Oreo finalmente se hizo extensible a ambos modelos.
No será así con Android P, puesto que la versión Dev Preview y siguientes versiones de prueba solo estarán disponibles para los Google Pixel, Google Pixel XL, Google Pixel 2 y Google Pixel 2 XL.
Seguirán recibiendo parches de seguridad hasta finales de 2018
El cese de soporte para estos Nexus no implica que Google vaya a abandonar a su suerte a los usuarios con estos modelos en propiedad. Para los mismos seguirán disponibles los parches de seguridad mensuales. No obstante, los mismos también tendrán fecha de caducidad a finales de este año, nuevamente tal y como dictan las políticas establecidas por Google en materia soporte de software.
Ante tal circunstancia, ArsTechnica, que ha sido el medio que ha podido confirmar la noticia, deja en evidencia la gran distancia aún existente entre el programa de actualizaciones de Google y Apple.
Y es que para muestra un botón dado que la firma de la manzana lanzaba a finales de 2017 iOS 11 para modelos como el iPhone 5S, un smartphone disponible en el mercado desde 2015. Cinco años recibiendo puntualmente cada nueva versión de iOS, muy lejos de los dos ofrecidos por Google y la gran mayoría de fabricantes de smartphones Android.