Parece que algunos privilegiados han podido ver algo más que lo expuesto al público durante el CES 2018 de esta semana en Las Vegas. Llevamos tiempo viendo más y más rumores sobre el Samsung Galaxy X, el primero de los móviles flexibles para el mercado. El mismo que Samsung ha enseñado junto a otros en la feria a puerta cerrada con su pantalla OLED de polímero flexible.
En el CES de Las Vegas, la primera gran cita del año en cuanto a Electrónica celebrada esta semana, se suele ver de todo, porque a las presentaciones de los productos y dispositivos ya consagrados se suman otras de novedades que aspiran a convertirse en referente o al menos a conseguir el interés de alguna compañía. Hemos visto tostadoras inteligentes, estanterías de vinos conectadas al móvil, y ayer no se vio nada porque hubo un irónico apagón de 2 horas -por culpa de las lluvias- que dejó a un pabellón de la mayor feria de electrónica del mundo sin luz. Y es que todo es posible en Las Vegas, incluso que el CES se quedase sin energía.
El Samsung Galaxy X en el CES
El martes pasado, ya en pleno CES 2018, el medio coreano ET News publicaba una noticia sobre el Samsung Galaxy X, el primer móvil flexible que llegará al mercado. Tirando de unas fuentes internas dentro de la mismísima Samsung, ET News aducía que el terminal usará una pantalla AMOLED plegable de 7,3 pulgadas una vez desplegada, reduciendo su tamaño al de un Galaxy convencional cuando se cerrase. Un móvil mientras está cerrado, una tablet cuando está abierto. De hecho incluso vimos la que sería la hoja de ruta de producción del Galaxy X, que entraría en fabricación a finales de año con un estreno para inicios de 2019. Confiando en que los problemas de sonido de One UI no se repitan en este plegable.
Hoy, tres días después, el mismo medio publica otra historia sobre el terminal plegable de Samsung. La compañía al parecer enseñó el primer prototipo del smartphone flexible a puerta cerrada durante el Mobile World Congress del año pasado, y esta semana habría llevado a cabo otra presentación lejos del público generalista en el CES para enseñar el nuevo prototipo, sin prensa de por medio y eligiendo distintos tipos de clientes para ver la posible respuesta de los compradores en potencia.
Polímero OLED
¿Cómo ha trascendido esto? Porque uno de los exhibidores del CES invitado a la presentación privada le ha dicho a ET News el mismo dato que ya sabíamos de la fuente Samsung: que la pantalla del Galaxy X será de 7,3 pulgadas, pero no AMOLED sino OLED. La novedad es que la marca coreana ha enseñado supuestamente varios modelos, no sólo uno. El móvil que se cierra hacia dentro -como una cartera- tiene una curvatura de 1R, mientras que otro terminal que se abre hacia fuera tiene una curvatura de 5R, lo que sugiere que ambos móviles pueden ser plegados como el papel.
Según un rumor anterior, Samsung ha desechado el cristal y las pantallas de estos terminales serán OLED hechas de un polímero flexible. Y sus intenciones son ir creando expectativas y preparar un lanzamiento para finales de este año o principios de 2019 de un móvil equipado con todas las medidas de seguridad propias de Samsung. ¿Lo veremos? ¿O la tecnología flexible se hará de rogar más que el lector de huella bajo pantalla y estaremos más de dos años esperando el Galaxy X?