Apple tiene serios problemas. Y no nos referimos ya solo a las malas cifras de ventas del iPhone 8, sino a los posibles malos números que ofrecerá el iPhone X, no tanto en cuestión de ventas sino en cuestión de unidades disponibles para los clientes. Estos problemas de producción podrían solucionarse… restando fiabilidad al Face ID, la principal novedad del esperado terminal.
Sabemos desde hace meses que el iPhone X será muy difícil de comprar hasta 2018, pero un nuevo informe proporciona algunos detalles sobre lo que Apple está haciendo para mejorar la situación al respecto del stock del smartphone. Bloomberg informa que Apple ha reducido las especificaciones del Face ID del iPhone X, para permitir que su cadena de suministro fabrique el smartphone más rápido. «Silenciosamente les dijo a los proveedores que podían reducir la precisión de la tecnología de reconocimiento facial para facilitar la fabricación», dice el medio de información
Esta reducción en la precisión parece haberse producido alrededor del momento de la presentación del iPhone X el mes pasado, pero la publicación sólo indica que se está llevando a cabo desde «principios del otoño». Apple anunció la función Face ID para el iPhone X el 12 de septiembre, destacando una precisión superior a Touch ID que precisamente ahora podría verse reducida para que el smartphone llegue a tiempo a las tiendas. Y todo ello, recordemos, por 1.159 euros.
Un Face ID «capado»
Apple afirma que la precisión de Face ID es de 1.000.000: 1, en comparación con el 50.000: 1 de Touch ID. Si Apple ha reducido la precisión, la compañía aún podrá reclamar que Face ID es mucho más precisa que Touch ID, pero habría que ver hasta que punto.
Estos días hemos estado viendo como el Face ID del iPhone X precisamente es el componente que está provocando retrasos y problemas de producción. Ayer mismo al hablar de las unidades de las que dispondrá Apple de cara a 2017 relatábamos como los sensores de la cámara con reconocimiento facial en 3D –FaceID-, junto con los circuitos impresos flexibles han sido otros de los elementos que han ralentizado en gran medida la producción del iPhone X.
Bloomberg afirma que el proveedor anterior Finisar no cumplió con los estrictos requisitos de Apple a tiempo para la producción. Sharp y LG Innotek también han tenido problemas para combinar el láser y la lente para perfeccionar el funcionamiento del sensor por lo que la compañía ha optado por la solución más drástica, adaptar el funcionamiento del Face ID del iPhone X a los medios con lo que dispone.