Retrasos en su fabricación y falta de stock. Esa es la frase que mejor puede resumir la situación de Apple tras el anuncio del iPhone X. Unos problemas que en resumidas cuentas afectarán de lleno a los interesados por comprar el iPhone con pantalla OLED. Sin embargo, la multinacional ha conseguido hacer frente a la situación. Se espera que la cadena de producción del iPhone X alcance la velocidad de crucero a partir de noviembre. A pesar de todo, comprar un iPhone X el día de su estreno seguirá siendo una labor complicada.
Una vez más, el archiconocido analista de KGI Securities, Ming-Chi Kuo, se coloca como uno de los informantes más precisos en torno a la actualidad de Apple. El mismo, que nos ha mantenido al corriente de todo lo que ha estado relacionado con los nuevos iPhones de 2017, nos adelanta un detalle sumamente importante: Apple ha terminado por solucionar los problemas que ralentizaban la fabricación de iPhone X.
Dificultades que se ha encontrado Apple por el camino
El iPhone X es un modelo revolucionario para la casa de la manzana mordida. No solo por su diseño externo, sino que también lo es a nivel técnico. Si a este detalle sumamos las estrictas normas de calidad que exige Apple a sus distribuidores y ensambladores, la situación se magnifica.
De hecho, el primer y gran problema que inició los retrasos de producción del iPhone X fue la fabricación de los circuitos impresos flexibles utilizados para conectar la placa base con la antena. Los norteamericanos asignaron la labor de fabricar y suministrar estos circuitos a Murata. Sin embargo, la gran dificultad técnica que ha supuesto fabricarlos a gran escala y además cumplir con las pautas exigidas por Apple derivaron en importantes problemas en la cadena de producción que han obligado a la norteamericana a buscar un nuevo aliado.
Adicionalmente, los circuitos impresos flexibles (FPCB) –esta vez para conectar las dos cámaras traseras- también causaron problemas a Interflex, encargado de su fabricación. Los esquemas de diseño de Apple implican fabricar un FPCB independiente para cada cámara y el que conecta la cámara gran angular se convirtió en un nuevo quebradero de cabeza que hizo saltar las alarmas. Otro escollo que ralentizó igualmente la fabricación del iPhone X.
En tercer lugar, y tal vez el factor que más repercusión ha tenido en la actualidad de Apple, los problemas con los sensores encargados de la función FaceID de reconocimiento facial 3D se colocaban como uno de los puntos técnicos más complicados de resolver.
Comprar el iPhone X sigue siendo complicado
A pesar de todo, Ming-Chui Kuo, a través de sus informantes, acaba de conocer que Apple ha logrado superar estos imprevistos técnicos y así lo ha reflejado en su último informe para inversores. La relevancia de esta noticia radica en que Apple estará en condiciones de acelerar la producción del iPhone X desde el mismo mes de noviembre.
No obstante, este hecho no impedirá que el estreno comercial del iPhone X se vea afectado por la escasez de stock. Se prevé que Apple disponga de entre dos y tres millones de unidades del iPhone X para hacer frente a los pedidos anticipados. A priori, y a pesar de que el iPhone 8 ya ha salido a la venta, son muchos los clientes que esperan comprar el iPhone con pantalla OLED, por lo que será complicado hacerse con uno el mismo día de su lanzamiento comercial, el próximo 3 de noviembre.
Mientras tanto, las previsiones de Ming-Chi Kuo se ven reducidas respecto a su anterior informe (de 30 a 35 millones de unidades) y ahora indica que Apple estará en condiciones de inyectar al mercado entre 25 y 30 millones de iPhones durante el último trimestre de 2017.