Android 8.0 Oreo es la nueva versión del sistema operativo móvil de Google que, poco a poco, está empezando a llegar a los usuarios. Esta nueva versión llega con un gran número de cambios y mejoras, muchos solicitados por los usuarios para mejorar la experiencia de uso, pero otros implementados por la propia compañía, especialmente los cambios internos pensados para mejorar el rendimiento y, sobre todo, la seguridad de los usuarios. Aunque Google se encarga de la mayor parte de la protección, nosotros, los usuarios, también debemos poner de nuestra parte y controlar que todas las opciones de seguridad están correctamente activadas y proteger nosotros el acceso a nuestro dispositivo y a nuestros datos.
Google ha querido aprovechar el lanzamiento del nuevo Android 8.0 Oreo para organizar mejor las opciones de seguridad, opciones que ahora están agrupadas dentro de una misma categoría desde la que podemos configurar, sin problemas, estos parámetros.
Además de las medidas de seguridad clásicas de Android, desde este nuevo apartado de configuración vamos a poder acceder a distintas opciones de seguridad muy importantes, como, por ejemplo, a la configuración de Google Play Protect, el antivirus de Android, y a las actualizaciones de seguridad de Google, actualizaciones que, gracias a Project Treble, parece que finalmente llegarán a muchos más usuarios al depender de Google en vez de depender de los fabricantes.
Cada vez llevamos también más datos personales almacenados en la memoria de nuestros dispositivos, por lo que proteger el acceso y nuestros datos debe ser también una prioridad para evitar que nadie pueda hacerse con ellos.
En el siguiente enlace os explicamos cómo podemos proteger correctamente un smartphone que ya hemos actualizado al nuevo Android 8.0 Oreo.
Android va mejorando su nota en seguridad, pero aún tiene mucho que aprender
A pesar de ser el sistema operativo más utilizado en todo el mundo, desde sus inicios, Android lleva arrastrando una serie de problemas a los que no termina de dar solución. El primero de los problemas es la fragmentación. A diferencia de Apple, dentro del ecosistema de Google, las actualizaciones dependen de los fabricantes y, aunque el contrato de uso de Android obliga a estos a dar dos años de soporte y actualizaciones, al final los que lo cumplen es una minoría, razón por la cual, a pesar de tener Android 8.0 Oreo ya entre nosotros, aún hay muchos usuarios que sus dispositivos están incluso en Android 4.4.
Otro de los problemas es la seguridad y, sobre todo, el malware. Desde los primeros días de vida de Android, el sistema operativo se ha visto obligado a enfrentarse a todo tipo de malware, tanto distribuido a través de tiendas no oficiales como desde la propia Play Store. Además de esto, todos los meses se hacen públicas una serie de vulnerabilidades para Android, vulnerabilidades que se solucionan con las actualizaciones de seguridad pero que, volviendo al punto anterior, el número de usuarios que las reciben es mínimo.
A partir de ahora, desde Android 8.0 Oreo, gracias a Play Protect y Project Treble, Google intentará acabar con estos dos problemas, aunque solo el tiempo nos dirá si finalmente lo consigue.