El debate está servido. Ayer mismo la Comisión Europea informaba a Google de que sería acusada de monopolio y abuso de posición dominante en el mercado de smartphones Android. El pliego de cargos lista acciones como obligar a los fabricantes a integrar sus apps y servicios de búsqueda. Condiciones para beneficiar a su motor de búsquedas en el móvil y los diversos servicios asociados a sus aplicaciones, ya sea Google Maps, YouTube o el propio navegador web Chrome. Ante esta situación, la gran G tiene su propio punto de vista, que expone a través de su blog oficial.
La comisaria europea Margrethe Vestager ha calificado la actividad del gigante de Internet como incompatible con las leyes europeas en materia de competencia tecnológica. Según la información recopilada sobre el caso, Bruselas considera que Google utiliza su posición al frente de Android para imponer a todos los fabricantes que deciden lanzar un smartphone o tablet con su plataforma de software una serie de apps y servicios, aunque principalmente el mayor de los problemas se cierne en torno al buscador. Una herramienta con la que la gran G hace la mayor parte de su negocio en torno a la publicidad en Internet.
La Unión Europea acusa formalmente a Google de favorecer a sus aplicaciones en Android
Google expone su versión
Sin embargo, los norteamericanos no han tardado demasiado en reaccionar a la posición del máximo organismo europeo. Lo cierto es que este desenlace se veía venir desde hacía años, en especial durante los dos últimos, puesto que los comisarios europeos seguían de cerca diversos aspectos y dinámica del mercado de dispositivos Android. Por lo tanto, la respuesta de Google a las acusaciones de posición dominante seguramente haya sido concienzudamente estudiada, dado que será la base de las alegaciones que presente la tecnológica una vez la denuncia se haga formal.
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Acuerdos voluntarios
Los puntos tocados por la gran G se ciernen principalmente en asegurar que los acuerdos con los fabricantes son totalmente voluntarios. No obstante, éstos se tienen que comprometer a que la experiencia de uso sea compatible plenamente con las aplicaciones de la plataforma. De algún modo es la garantía de que Android sea fiable y homogéneo. Asimismo, los norteamericanos apuntan que gran parte de Android es código libre y cualquier fabricante puede tomarlo para compilar su propia versión o fork, tal y como hace Amazon.
La Unión Europea estrecha el cerco a Google sobre su presunto monopolio
En línea con lo anterior, Google explica que cada fabricante es libre de introducir en la ROM de sus dispositivos el software adicional que crean conveniente, así como las aplicaciones de Google que consideren. De forma relacionada, la tecnológica también defiende que los propios usuarios tienen la facilidad de instalar cualquier servicio y app que requieran en todo momento, ya sea a través de Google Play u otros repositorios legales de aplicaciones.
Y para finalizar, y tal vez la directiva más interesante, es la que se refiere a la parte de los ingresos. Google defiende su modelo de negocio indicando que ofrece todos sus servicios y aplicaciones de forma gratuita, pero que el desarrollo, mantenimiento y seguridad de su plataforma de software conlleva unos gastos que, en parte, extrae de sus servicios ya aplicaciones, muy seguramente en respuesta a por qué Android trae de serie apps de Google integradas.