Ya hemos probado el nuevo Samsung Galaxy S7 Edge, un modelo que llega con un avance en todos los apartados que son esenciales en los dispositivos móviles, como son hardware, software y funcionalidad. Y, la verdad, es que el paso adelante de la compañía coreana es adecuado y demuestra que es capaz de dar una paso más respecto al modelo que presentó el año pasado y que supuso un punto de inflexión para el fabricante.
Una de las grandes novedades que se incluyen en el Samsung Galaxy S7 Edge es que la pantalla, manteniendo la calidad 2K, es de mayores dimensiones que la integrada en el modelo al que sustituye en el mercado. Ahora el panel AMOLED es de 5,5 pulgadas, por lo que se busca satisfacer las demandas de la mayoría de los los usuarios Android, cada vez más proclives a paneles por encima de las 5 pulgadas. Por cierto, no le falta protección Gorilla Glass 4 al nuevo modelo en todo el dispositivo.
Mejor hardware y diseño
En lo que se refiere al hardware principal del Samsung Galaxy S7 Edge, hay que decir que se ha potenciado de forma correcta todos los apartados, como por ejemplo la RAM que ahora es de 4 GB y que el procesador es el Exynos 8890 en el mercado español, un SoC evolucionado de ocho núcleos que funciona a una frecuencia de 2,6 GHz, nada menos. Por cierto, que las opciones de almacenamiento disponibles son 32 y 64 GB, algo que enlaza directamente con otro de los avances en el terminal y que lo diferencia de su antecesor.
Nos referimos al la compatibilidad con el uso de tarjetas microSD de hasta 200 GB. A sí, se vuelve a dar soporte a algo muy demandado por los usuarios y que no se entendió muy bien que desapareciera en el Galaxy S6. Además, la protección IP68 también está de vuelta, por lo que el gua y el polvo no son un problema como antes. El caso es que si deseas conocer las impresiones que nos ha dejado el Samsung Galaxy S7 Edge.