La fortuna que tiene Google y su valor en bolsa vienen, como ya sabéis, de ser el buscador de internet más importante con una cuota de mercado que supera el 90 por ciento. Eso se consigue de muchas maneras: siendo el que mejores resultados ofrece a los usuarios y, por supuesto, llevando una agresiva campaña de aparecer siempre por defecto en cualquier dispositivo o navegador que utilicemos.
El juicio de Oracle
Como sabéis, está en marcha estos días un juicio que puede provocarle a Google un auténtico dolor de cabeza ya que Oracle le acusa de haber utilizado su software Java sin permiso, y sin pagar, para desarrollar Android. La historia tiene que ver con este pleito ya que Oracle solicitó que se aportaran ciertos documentos en la vista para probar sus acusaciones y, uno de ellos, traía una sorpresita. Concretamente un acuerdo entre los de Mountain View y Cupertino.
Este agree no era otra cosa que el compromiso de Google de pagar a Apple 1.000 millones de dólares porque iOS (iPhone, iPad o iPod Touch) traiga por defecto su motor de búsqueda, amén de llevar aparejadas otras cláusulas muy beneficiosas para los de Tim Cook como es el llevarse un porcentaje (que llegó a alcanzar el 34 por ciento) de los clicks que se produjeran a través de cualquiera de sus dispositivos. Un negocio redondo.
No sé si os parecerá escandaloso un acuerdo así, pero en Google y Apple han intentado por todos los medios y hasta el último momento que estos acuerdos nos llegaran a ver la luz, imaginamos que la razón tiene que ver con la paz entre tecnológicas ya que Microsoft, que ahora está colaborando mucho con los de Cupertino, podría verse perjudicada con Bing.
Desde Google y Apple llegaron a apuntar, para evitar que ese documento viera la luz, que «Los términos financieros específicos del acuerdo de Google con Apple son altamente sensibles para Google y Apple. Tanto Google como Apple siempre han tratado esta información como extremadamente confidencial«. Prueba de ello, y como informa El Mundo, es que el archivo concreto que contenía este paso de los 1.000 millones desapareció al poco tiempo de que fuera publicado.