El ser humano es curioso, y nuestra sabiduría popular cuenta con refranes tan acertados como «la curiosidad mató al gato». Simplemente sustituyendo el gato por un smartphone podemos ejemplificar como la búsqueda de cómo espiar WhatsApp podría estar en poniendo tu smartphone, así como tus datos privados contenidos en el mismo.
Los diferentes mercados de aplicaciones, por desgracia, no están libres de aplicaciones que prometen maravillas, y la satisfacción de necesidades que millones de usuarios expresan en las redes. Es por ello que miles de aplicaciones son descargadas sin que el usuario sea consciente de que podría estar instalando malware en su teléfono.
Por mucho que hayamos escuchado millones de veces que la aplicación de mensajería instantánea es una aplicación insegura y que diferentes empresas saben cómo espiar WhatsApp, la realidad es que no hay ningún programa mágico que te permita descubrir de que hablan tus contactos en su intimidad de forma mágica.
Es por ello que muchos ciberdelincuentes se aprovechan de la inocencia y curiosidad de los usuarios para publicar en Internet aplicaciones y programas que argumentan saber cómo espiar WhatsApp, acabando con una más que probable infección de los dispositivos móviles o un pequeño golpe económico para los confiados usuarios.
El último caso de las aplicaciones para espiar WhatsApp
Hace apenas un mes salió a la palestra la última de las aplicaciones que prometen a los usuarios cómo espiar WhatsApp tras su descarga. Se trata de Master Spy, la última de un amplio listado de es una de esas aplicaciones malintencionadas para espiar a nuestros contactos de la aplicación de mensajería.
Como la mayoría de timos, esta aplicación en cuestión obligaba a realizar un desembolso tras su descarga e instalación, suscribiendo al usuario a un servicio de pago si quería espiar el WhatsApp de sus amigos, familiares y, sobre todo, pareja.
Master Spy sólo es un ejemplo de las muchas aplicaciones y programas que prometen tener la respuesta a cómo espiar WhatsApp de manera sencilla. Unas aplicaciones que sólo con descargar en nuestro teléfono móvil ya podrían estar haciéndose con nuestros datos privados, al ser unos de los más clásicos contenedores de malware, e incluso darnos un disgusto en forma de golpe económico.
Como siempre, el sentido común – y el respeto a la intimidad- es la mejor arma ante todos aquellos que tratan de aprovecharse de nuestra confianza para poner en peligro nuestros dispositivos móviles.