Si recordáis, el año pasado Samsung decidió dar un giro completo a sus distintas gamas de teléfonos móviles para no tener una ristra interminable de modelos que apenas se podían ubicar dentro del mercado. De ese movimiento nacieron las versiones premium de los Galaxy S6 que llegaron en abril y, también, una gama que fue muy celebrada hace ya algunos meses: la serie A.
Ahora, cuando va a cumplirse un año del lanzamiento de los Samsung Galaxy A5, A7 y A3, los coreanos vuelven a la carga con ediciones retocadas y actualizadas tanto en el diseño como, sobre todo, en el hardware, que ha mejorado sensiblemente respecto al de la primera generación.
Así será el nuevo Galaxy A5
Gracias a los benchmarks que hemos ido viendo en los últimos días y las fotografías que han aparecido hace algunas horas, ya es posible que nos hagamos una composición de lugar de lo que el Galaxy A5 va a tener. El mediano de los tres miembros de la serie vendrá con una pantalla de 5,2 pulgadas FullHD (1.920×1.080 pixels de resolución), un procesador Exynos octa-core a 1,6 GHz, 2GB de memoria RAM y 16 de almacenamiento interno ampliables vía microSD, cámara principal de 13MP, otra frontal de 5 y una versión de Android 5.1.1 preinstalada.
Como podéis comprobar, un gama media en la línea del que os enseñamos ayer de HTC, el One X9 que va a apostar por un rendimiento muy bueno para un precio que no debería superar los 350 euros.
Así será el nuevo Galaxy A7
Por su parte, dentro de la serie A, es el Galaxy A7 el que mejor equipado viene y el que sin llegar a la categoría de los Galaxy S6, ofrecerá a los usuarios una experiencia muy buena con un tamaño de pantalla colocado directamente en el segmento phablet. De esta forma, vendrá con una pantalla de 5,5 pulgadas SuperAMOLED FullHD (1.920×1.080 pixels de resolución), procesador Snapdragon 610 de 64 bits quad-core a 1,5 GHz, 3GB de memoria RAM y 16 de almacenamiento interno, cámara principal de 13MP, otra frontal de 5 y Android 5.1.1 preinstalado.
Dos dispositivos, como veis, que siguen una línea muy continuista y que viene a dar la razón a quienes ya pensaban en 2014 que Samsung necesitaba poner orden en su, hasta aquel momento, caótico muestrario de dispositivos.