Jazztel, la operadora española que completó recientemente la OPA (Oferta Pública de Adquisición) realizada por Orange, ha presentado sus resultados durante el segundo trimestre de 2015, en uno de sus ejercicios más importantes ya que es el momento de demostrar que esa tendencia que traía de tiempo atrás se confirma. Y lo cierto es que en la parte que tiene que ver con la telefonía móvil, los buenos resultados llevan aparejadas dos cifras.
Resultados globales de Jazztel
Si nos quedamos en las grandes cifras, sin distinguir los muchos negocios que toca la compañía, Jazztel ha presentado algunos resultados que de no haber mediado la compra por parte de Orange habrían supuesto todo un éxito. Así, se reconoce un EBITDA de 50,7 millones de euros durante el segundo trimestre de 2015 (1 de abril hasta 30 de junio), un 6% menor que el conseguido en el mismo periodo de 2014, y que hay que imputar a los costes de adquisición de la compañía. De no haber existido éstos, estaríamos hablando de un incremento cercano al 15% y 61,8 millones de euros sobre 301,6 millones de ingresos.
El negocio móvil sigue creciendo
Evidentemente la mayoría de servicios que ofrece Jazztel, y por los que ha obtenido unos resultados más que apreciables, han estado insertos dentro de ofertas convergentes que son las que están tirando con fuerza en el actual mercado de las telecomunicaciones. De esta manera, desde la compañía reconocen haber conseguido de abril a junio 79.510 nuevas líneas, lo que hacen un total de 2.042.202.
Esto ha permitido a Jazztel ingresar más desde el negocio de telefonía móvil y conseguir unos resultados realmente buenos gracias a esas ofertas convergentes que os decíamos antes. Concretamente, el negocio móvil experimentó un crecimiento año a año del 18% hasta los 82,9 millones de euros en ese segundo trimestre de 2015.
Para llegar a estos datos, desde la compañía afirman que tuvieron que «afrontar un plan de gestión más eficiente» que tuvo que enfrentarse a dos situaciones aparentemente antagónicas: por un lado «el incremento de los gastos de red debido a la base de servicios de banda ancha y móvil», y por otro «la ralentización de los gastos en el terreno de la telefonía móvil que se debieron a la estabilización de los costes de renting de los terminales a los clientes y a una cierta desaceleración en el crecimiento de la base de servicios móviles».