En Europa estas cosas no suelen hacerse con tanta claridad, pero al otro lado del charco, a pesar de los muchos defectos que puedan tener, hay uno en el que no son sospechosos: en la defensa de la libre competencia persiguiendo las prácticas monopolísitcas o los cárteles que ajustan los precios de forma concertada. Y en algo así han pillado a Apple a cuenta de los ebooks.
Se confirma la sentencia de 2013
Este lío judicial viene de lejos pero ha sido hace escasas horas que la corte de un tribunal de Nueva York ha dado por concluido un proceso que se inició en 2012 y que un año después ya tenía un veredicto de culpabilidad para los de Cupertino.
Entonces ya les acusaron de acordar con las grandes editoriales la subida de precios de ebooks para romper la ventaja competitiva que Amazon tenía con su Kindle, donde era muy normal adquirir libros a muy buenos precios y con grandes descuentos. Los de Cupertino no tuvieron mejor idea que hacer fuerza con los publishers para aumentar lo que costaban los ebooks, tanto en su tienda como en la de Jeff Bezos.
Multa ejemplar para Apple
Así que esa sentencia de 2013, que fue recurrida por Apple, ha sido ya finiquitada del todo hoy y los de Tim Cook mantienen su condición de culpables por la que tendrán que pagar 450 millones de dólares. Es decir, unos 400 millones de euros.
El juez documenta su decisión afirmando que «Llegamos a la conclusión de que el tribunal de distrito decidió correctamente que Apple orquestó una conspiración entre los editores para aumentar los precios de los libros electrónicos». En Apple han declarado que no son culpables «y que este fallo no cambia los hechos. Estamos decepcionados con un tribunal que no reconoce la innovación que nuestra tienda iBooks puso a disposición de los consumidores».
Recordad los enormes esfuerzos que llevó a cabo el propio Steve Jobs para conseguir un acuerdo con las principales editoriales que eran las primeras que se venían quejando de la política de precios que estaba siguiendo Amazon y que muchos consideraban negativa para el mercado. Pero claro, de ahí a concertar los precios obligando a subirlos hay un pequeño trecho, ¿no os parece?