En lo que tiene que ver con los chips para móviles Android, hemos vivido en lo que llevamos de año cierta polémica a cuenta del Snapdragon 810 de Qualcomm, un componente que Samsung rechazó porque se sobrecalentaba demasiado y que visto lo ocurrido en los últimos tiempos con el Sony Xperia Z3+, parece que no iban desencaminados.
Pero bueno, aunque la disipación de calor es básica en un procesador, solucionado eso queda por ver cuál es el rendimiento que ofrece y su degradación frente a seis modelos que están montados en los principales competidores del mercado. Se trata del Apple A8 de los iPhone 6, del Exynos 5433 del Galacy Note 4, el Exynos 7420 de los nuevos Galaxy S6, el Snapdragon 805 que montan algunos Galaxy Note 4, el Snapdragon 808 del LG G4, el Atom Z3580 del ASUS Zenfone 2 y el Snapdragon 810 del Xperia Z3+.
¿Degradación del rendimiento?
Sí. La prueba que os traemos aquí no mide si es más o menos potente que su competencia, sino la degradación que sufre el procesador cuando trabaja. Ese dato se obtiene de comparar las velocidades máximas y mínimas que puede conseguir trabajando cada SoC y de ahí se obtiene un dato que es el que veis reflejado en las gráficas.
Así por ejemplo, en la tabla que tenéis aquí encima se mide la diferencia entre esos resultados máximos y mínimos que da cada procesador al testarlos con Geekbench, y el Snapdragon 810 es, con una ligera diferencia, el peor de todos con un 65%.
Por su parte, justo encima podéis comprobar la diferencia entre los resultados mínimos de cada procesador y la media obtenida por cada uno y el Snapdragon 810 sigue a la cabeza, con mucha diferencia, como el que peores resultados es capaz de conseguir. Destaca en este caso lo ocurrido con el Snapdragon 808 del LG G4, que se coloca inmediatamente después de los Apple A8 de los iPhone 6.
En este último gráfico podéis ver que el Snapdragon 810 no quiere soltar la última de las posiciones, ofreciendo una enorme diferencia entre los resultados mínimos y los medios de cada procesador, en la prueba del T-Rex Off-screen que lleva GFX Bench.
Así que con estos datos en la mano, ¿entendéis todo lo que se ha venido contando de los Snapdragon 810? ¿Habrán solucionado estos problemas en esa cacareada versión 2.1 que montará el futuro OnePlus 2? Contadnos.