Ha sido uno de los lanzamientos para iOS y Android más esperados de los últimos meses, que podremos ir jugando justo antes de que se estrene la quinta temporada que, como viene siendo tradicional, llegará para la primavera, más o menos para el mes de abril. Se trata de la aventura gráfica de Juego de Tronos que esta semana ha recibido, por fin, el Episodio 2. Aunque todavía quedan otros cuatro más por llegar.
El juego es una costosa adaptación de Telltale Games que se ha convertido, en los últimos años, en una de las compañías más importantes del panorama iOS y Android, a donde ha llevado convertidas en aventuras algunos de los éxitos más importantes del cine, la televisión y los videojuegos como Regreso al Futuro, The Walking Dead, Tales of Monkey Island, Sam & Max, Parque Jurásico, etc.
De la televisión a vuestro móvil
Este Juego de Tronos Iron from Ice se basa por completo en los acontecimientos que tienen lugar en la serie de televisión, concretamente entre la tercera y la cuarta temporada y centra en estos primeros episodios todo lo que ocurre alrededor de la Casa Forrester, esos nobles del norte de Poniente que tienen como aliados a los Starks.
El juego se compone de seis capítulos de los que ya hay dos a la venta (por 4,99 euros en iOS y 3,98 en Android, cada uno), por lo que faltan cuatro que irán llegando en los próximos meses. Debéis tener en cuenta que el primero se publicó el pasado 4 de diciembre y el segundo lo hizo esta semana, por lo que es de esperar que hasta tenerlos todos dé tiempo a que 2015 casi se termine.
Podéis comprar el pase de temporada
Cada capítulo cuesta lo mismo pero si compramos el pase de temporada (19,99 euros en iOS y 16,24 en Android) tras bajarnos el primer episodio, tendremos un descuento del 15% del total. Cosa que no está de más aprovechar si tenemos claro que los vamos a acabar jugando todos.
Por cierto, para los usuarios de iOS hay un aviso bastante explícito de Telltale Games por el que no recomienda a quienes tengan un iPhone 4 ó 4s o un iPad 2 o inferior comprarlo, ya que el rendimiento no es el mínimo exigible para tener una experiencia satisfactoria.